Capítulo 29

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Después de escuchar esa conversación, Elliot no estaba de humor para quedarse ahí así que aprovechó su hora de almuerzo para salir a caminar y a pensar. "La perdiste. Su corazón nunca fue tuyo. Nunca me va a perdonar haberme ido y le cuesta reconocerlo. Ni siquiera sé si de verdad me ama o sólo es una ilusión de su parte. No soy quien para exigir su amor. Supongo que tendré que dejarla ir. Que sea feliz aunque yo no lo sea porque no la tengo a mi lado" pensaba Elliot mientras caminaba por el parque. "Fue un error regresar. Mi amor por ella no es un error pero quizás no fue en el tiempo correcto. Quizás y solo vine a desbaratar su vida, en lugar de hacerla feliz. Han pasado algunos meses de su secuestro, desde que regresé y siento que no es feliz, no como se lo merece." seguía él hablando consigo mismo.

Rollins y Fin llegaron a la estación y se dirigieron a la oficina de Olivia para darle las últimas noticias de su visita a la Universidad Hudson. 

—Stabler no pudo esperarnos para ir a comer —comentó Fin viendo su escritorio vacío.

—Debió tener hambre. Hablemos con ella para poder comer algo y seguir con la investigación —dijo Amanda y tocó la puerta de Olivia—. Sargento ya regresamos de Hudson. Hablamos con la compañera de habitación de la víctima.

—¿Para qué fueron a la Universidad de Hudson? —preguntó ella confundid.

—Stabler iba a decirte lo que habíamos descubierto —respondió Fin.

—No he hablado con Elliot. Vino Nick y estuve conversando con él unas horas. ¿Dónde está Elliot?

—Afuera no está. Suponemos que salió a almorzar —respondió Amanda.

—No volvemos a decirle que te informe algo de nuestra parte —añadió Fin y empezaron a contarle a su sargento todo lo que tenían sobre la victima encontrada en el río Hudson.

Elliot iba llegando a la estación y Rollins y Fin saliendo de la oficina de Olivia. 

—No le dijiste a la Sargento lo que encontramos —dijo Amanda seria.

"No pude porque estaba ocupada con Amaro" pensó Elliot molesto. —No, no pude. Llegó una señora mayor que dijo ver a una chica encerrada dentro de un auto —comentó Elliot serio y se sentó en su puesto.

—¿Era nuestra víctima? —preguntó Fin.

—Si, lo era. Para ser una señora mayor tiene muy buena visión. Era un sedán toyota negro. Lo que si no pudo ver fue la placa. Sólo vio las primeras letras. Ya empezaré a buscar en las cámaras de la ciudad esa zona.

Se centró en su computadora y en el caso. No quería saber más. Tenía algo en su mirada. Se lo veía apagado, triste, serio, más de lo normal. 

—Elliot, a mi oficina por favor —pidió Olivia desde el marco de la puerta de su oficina. 

Él asintió y contestó que ya iba. Ella se dio cuenta de su expresión, algo le pasaba.

—Liv iremos a almorzar. ¿Te traemos algo? —preguntó Fin amablemente.

—No, no tengo apetito. Gracias —dijo Liv y caminó hasta su silla.

—Sargento ¿Querías hablar conmigo? —preguntó él y se sentó ya que ella hizo una seña para que lo hiciera.

—Fin y Amanda creyeron que me informarías sobre lo que averiguaron de la víctima —empezó Olivia queriendo hacer contacto con sus ojos pero él no la miraba.

—Si, perdón por eso. No volverá a suceder. Vino una señora mayor como testigo del caso de hoy. La señora Miller vio a Ericka Diaz en la parte de atrás de un auto sedán negro toyota. No pudo venir antes y quería un lugar privado para contarme todo así que la tuve que atender en la sala de al lado. Estabas ocupada y no pude decirte.

Esto es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora