Capítulo 69

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Después de hablar con Alex, Elliot se quedó unos minutos más en la sala. Seguía sin poder ordenar sus ideas con respecto a lo que pasaría con Olivia. Tomó un poco de agua, respiró profundo y decidió que lo mejor era dormir. Lo mejor era dejar que la almohada le ayudara a pensar en lo que debían hacer. Entró a la habitación y Liv había apagado las luces ya. Se había acostado de lado. Una de sus manos la tenía sobre su vientre y la otra debajo de su almohada. Cuando sintió la presencia de Elliot respiró hondo, secó sus lágrimas y pretendió estar dormida. Él a pesar de la oscuridad de la habitación se había dado cuenta de lo que ella había hecho. Se acostó de su lado mirando hacia arriba.

"¿Pero qué demonios hago? La amo y no importa qué pase seguiré a su lado. No quiero que sufra" pensó y se acercó muy lentamente a su espalda.

Puso su mano sobre la de ella que estaba encima de su vientre y la escuchó sollozar.

—Shhh Liv. Todo saldrá bien mi amor. Te amo. Las amo. Eso no va a cambiar por nada del mundo. Lo solucionaremos —aseguró abrazándola por detrás lo más fuerte que podía.

Ella giró sobre su espalda, aún en medio de sus brazos y metió su cabeza en el espacio de su cuello y hombro para tratar de controlar sus lágrimas.

—También te amo. Lo siento tanto.

—Liv, que todo saldrá bien. Lo prometo. Encontraremos al tal Thomas Smith. Te divorciarás de él. Te casarás conmigo antes de que te arrepientas. Tendremos a nuestra princesa y seremos la familia hermosa que hemos sido hasta ahora.

—Te amo... te amo... te amo —repitió ella y en cada pausa besaba su cuello.

—Y yo a ti. Eres mi vida entera. No podría dejar de amarte, nunca —indicó él tomando su barbilla y haciendo que lo mirara para luego besarla. Suave y muy tiernamente.

Minutos después ambos quedaron dormidos sin soltarse de su abrazo. Ninguno de los dos quería dejarse ir y no lo harían. Estaba decidido. Serían felices juntos pasara lo que pasara. A la mañana siguiente Elliot despertó sintiendo una mirada sobre él. Olivia había despertado hace un par de minutos y lo observaba dormir. Tan relajado con ella entre sus brazos que no quería moverse para despertarlo.

—¿Ahora serás tú la que me observe mientras duermo?

—No es mala idea. Buenos días, Ell —besó sus labios muy despacio.

—¿Durmieron bien? —preguntó acariciando su barriguita de 5 meses que empezó a notarse hace sólo un par de semanas.

—Sí, entre tus brazos muy bien —dijo ella en tono bajo y aferrándose a su abrazo—. Creí que te perdería—.

—Hey no... No digas eso —tomó su barbilla, ahora sí podía ver lo que sus ojos le decían, era alivio, amor, algo más de tranquilidad—. Nunca te libraras de mí. No tiene tanta suerte Sargento —bromeó él para que ella sonriera y sus ojos lo hicieran con ella, quería deleitarse con su sonrisa. Era el espectáculo más bello que veía cada mañana.

Elliot fue por Noah que despertó minutos después que ellos. Era un bebé tan adorable. No lloraba al despertar. Sólo empezaba a balbucear y a jugar con el móvil musical que había en su cuna.

—Pa pa pa pa —iba repitiendo Noah mientras Elliot lo llevaba a la habitación de ellos, llegó con una sonrisa enorme y Olivia se enamoró aún más de él.

—Ves que ya lo dice más seguido. Ahora campeón ve con mamá.

Liv extendió sus brazos para tomarlo, no tenían prisa. Tenían la mañana libre y el resto del día si no ocurría algún caso.

Esto es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora