Capítulo 63

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Amanda había sido la primera en llegar para revisar el video en el que salía y el cual si había llegado a primera hora. Después de la llamada de la Sargento no dieron más largas y pusieron como prioridad buscar las grabaciones. Rollins no había podido dormir todas esas noches pensando en que solución podría darle a ese enredo en el que se había metido. Pensaba en ir a amenazar a la mujer que la obligó a trabajar para ella para que le diera dinero y pudiera huir. Ese era el mejor plan que se le había ocurrido por el momento pero para ello necesitaba tiempo. Habló con Olivia y le dijo que no había encontrado nada de lo que se pudiera sacar algo y esta le ordenó que le diera el video a delitos informáticos para que se encargaran de limpiarlo, ya ella decidiría si no había nada allí. Siguió las órdenes de su Sargento pero nunca dijo que fuera urgente allí así que como tenían trabajo pendiente no lo habían revisado.

—¿Dónde está Rollins? —preguntó Olivia por tercera vez en la mañana. Fin ya no sabía cómo seguir cubriendo a su compañera por lo que se quedó en silencio—. Si vas a decirme que estará en unos minutos aquí Carisi, mejor ahórratelo.

—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó Fin esperando una mirada fulminante de su Sargento, en serio la actitud de su detective la tenía de muy mal genio, sumado a las hormonas del embarazo pues todos corrían peligro.

—En vista de que el trabajo de Rollins da mucho que desear Carisi vas a revisar otra vez los videos. Fin, tú le ayudas.

Se metió furiosa en su oficina. Elliot estaba indeciso, no tenía idea si entrar o no a hablar con ella para calmarla. Liv había llamado a delitos informáticos a preguntar sobre el video del depósito de evidencias y les dijo que lo quería para ayer.

Fin había encontrado lo que su compañera había querido ocultar. Había estado antes en la casa de la víctima. Se veía claramente cómo ella dejaba al cónsul en la puerta de su casa bastante ebrio. Se reservó esa información hasta hablar con ella. Ahora sí que necesitaba una explicación. Todo se le estaba saliendo de las manos. Amanda había desaparecido todo el día. Había secuestrado a la mujer y pedido dinero a su marido para poder salir del país. Un poco después del mediodía y Olivia ya había recibido el video que tanto había exigido. 

—¡Demonios! —dijo Liv golpeando su escritorio. 

Elliot había ingresado al instante a su oficina al escuchar el ruido. Carisi y Fin habían sido enviados por Olivia a un casino clandestino al cual el cónsul había confesado que asistía y que debía dinero. 

—¿Qué sucede?

—Míralo tú mismo —respondió ella girando la computadora hacia él.

—Amanda.

—Exacto, Rollins. Uno de mis detectives por no decir tres estaban al tanto de todo esto y siendo cómplice de una violación.

Mientras la Sargento echaba humos del coraje en la estación al otro lado de la ciudad se desplegaba un operativo en contra de los dueños del casino clandestino, los cuales también tenían cargos de lavado de activos. Amanda había sido herida en el brazo y asuntos internos ya estaba metido en víctimas especiales al final de la tarde. 

—¿Desde cuándo Teniente Murphy recluta a detectives de otras unidades en sus investigaciones y no deja que informe a sus superiores? —preguntó molesta, dando vueltas por la sala—. Usted no puede hacer eso.

—Fue por un bien mayor. Acabamos de mandar abajo la red de juegos ilegales más grande de New York—.

—¿Ah sí? Y una mujer inocente fue la que salió perjudicada —lanzó Liv mirando hacia su detective.

Esto es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora