Elliot junto a sus hijos se encargaron de mover todo hacia sus respectivas habitaciones. Mientras Noah tomaba su siesta, Olivia se encargaba de guardar toda la ropa del bebé en los cajones y poner ciertas cosas en el closet. Elliot le pidió que no alzara ni una caja por más liviana que estuviera y ella después de tanta insistencia terminó aceptando. Nunca antes alguien se había preocupado de esa manera por ella y aunque por ratos sentía que la asfixiaba la mayor parte del tiempo lo amaba. Liv puso el oso gigante de su bebé en su habitación, justo en el asiento junto a la ventana y se metió en la habitación que sería para su bebé. Llevaba el monitor de bebé de un lado a otro para estar pendiente cuando despertara Noah. "Creo que por fin soy feliz. Tengo una hermosa familia y nunca pensé que la tendría" pensó Liv suspirando.
—Serás muy feliz mi amor. Tendrás la mejor familia del mundo —aseguró ella mientras rodaba una lágrima por su mejilla, acariciaba su vientre que apenas estaba abultado.
Olivia estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de Elliot en la habitación.
—¿En qué piensas, cariño? —preguntó muy bajito mientras se acercaba a ella—. ¿Dónde te llevaron tus pensamientos? —añadió abrazándola por detrás, ella se aferró a sus brazos sonriendo.
—Pensaba en lo que tengo ahora. La hermosa familia que tengo ahora.
—¿Y eres feliz? —preguntó Elliot con un susurro en su oído, ella se acomodó en su pecho y le respondió muy cerca de su cuello con un si.
Se quedaron unos minutos así, en silencio. Disfrutando de su presencia, de su aroma, de su respiración y de sus caricias.
—Quiero decorarla yo misma —anunció Liv interrumpiendo el silencio.
—¿La habitación? —preguntó él haciéndola girar.
—Si... aunque...
—¿Aunque qué?
—Nada. Quiero decorarla.
—Liv.
—Si le pasa algo... tengo miedo que le pase algo. Ya ves que es muy pequeña y ni parece que estoy embarazada. No quiero que le pase nada —concluyó ella y él la abrazó muy fuerte.
—No le va a pasar nada malo a ella y a ti tampoco. A ninguna de las dos —aseguró él besando su frente. Liv asintió y se relajó en sus brazos.
Era más de medio día y Olivia ya moría de hambre. Empezó a llamar a Alex y a Amanda cada 5 minutos para ver cuanto demoraban en llegar al departamento.
—Liv, puedo hacerte un sándwich —ofreció Elliot a la cuarta llamada que hizo.
—No quiero un sándwich. Quiero el almuerzo. Quiero la comida italiana que prometió Alexandra —dijo ella seria y mirando la puerta.
Liv había ayudado a Eli a acomodar su ropa también y ya estaba todo listo en la habitación de los chicos. Las chicas se estaban demorando un poco ya que tenían más ropa y cosas en su habitación y no sabían donde ponerlas. Su padre sólo se había encargado de la cama y la alfombra. El closet ya estaba dividido entre tres por lo que les fue más fácil ordenar la ropa. Maureen se la pasó dirigiendo a sus hermanas y doblando la ropa que iba en los cajones ya que tampoco le era permitido hacer esfuerzos. Estaba muy agradecida de que su padre y Olivia la estuvieran incluyendo en el cambio aunque ya era grande y estaba formando su propia familia.
Tocaron la puerta del departamento y Liv que estaba en la cocina organizando la últimas cosas con Elliot salió dispara a abrir.
—Perdón por la tardanza —dijo Alex sonriendo mientras ingresaba.
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Esto es amor
FanfictionTres años después que Elliot saliera de la vida de Olivia sin ningún aviso o explicación, ella es secuestrada varios días por William Lewis. Toda la policía de New York está buscándola, incluido su eterno amor, que al enterarse de su secuestro regre...