Después de esa desagradable escena en el pasillo del departamento de Olivia, Elliot fue al parque con sus hijos pero con un pésimo ánimo. Estaba ido y muy triste, diferente al día anterior y hasta la mañana.
—Papá vamos por helado. Eli sigue jugando —dijo Kathleen esperando alguna reacción de su padre—. ¿Vas a querer uno?
Él le dio una leve sonrisa y negó con la cabeza.
—Algo le pasa. Ayer estaba feliz y antes de regresar por su billetera también —comentó Lizzie a sus hermanos mientras caminaban a comprar helado.
—¿Será que lo llamaron y le dieron una mala noticia? —preguntó Dickie.
Todos estaban preocupados por la actitud de Elliot. No era normal qe estuviera así. Había mejorado mucho su actitud desde que había regresado a New York.
—¿Papá? —lo llamó Eli acercándose a él.
—Dime hijo —dijo él, aún tenía sus pensamientos puestos en Olivia.
—¿Hicimos algo malo? —preguntó el niño en voz baja y con tristeza.
—¿Por qué preguntas eso, campeón?
—No estás molesto. Estás algo peor... estás triste. Mmm por eso pensé que hicimos o tal vez dijimos algo malo. Lo siento papá.
Elliot se dio cuenta que estaba dejándose llevar y entristecer por lo que pasó y estaba arruinando su día con sus hijos. No quería eso. Los amaba y quería verlos felices. Quería que tuvieran buenos fines de semana ya que eran los únicos días que pasaban juntos y él lo estaba echando a perder.
—Perdón hijo. Ustedes son los que me deben perdonar por mi actitud. No pasa nada y por supuesto que no hicieron algo malo. Todo lo contrario. Los amo y me hace feliz que pasen los fines de semana conmigo —aseguró y abrazó a su hijo—. Ahora vamos a seguir jugando, ven.
"Me tengo que olvidar de lo que vi y de ella por lo menos hasta que se vayan mis hijos" pensó y cambió por completo su actitud.
Luego de esa breve conversación con el menor de los Stabler se la pasaron riendo y jugando toda la mañana. A la hora del almuerzo fueron a comer a McDonald's. Pasearon por un centro comercial para comprar ropa para las chicas y juegos para los chicos.
Mas tarde Elliot los llevó al aeropuerto. Se despidió de sus hijos con abrazos. Pidió que le enviaran fotos de la medalla Dickie y que lo llamaran a penas llegaran a casa. Le envío saludos a su ex esposa y salió de ahí.
Justo cuando se dirigía a su auto para ir a su departamento recibió una llamada.
—Stabler —contestó en tono serio y formal.
—Elliot, sé que es tu día libre pero tenemos un caso. Necesito que vayas al muelle. Tenemos una escena del crimen. Melinda está en camino —dijo el Capitán al teléfono.
—Estoy en unos minutos ahí Capitán.
Fue a su departamento por su placa y arma y como estaba de afán solo se cambió la camiseta. Así que se dejó los jeans con una camisa. Se veía muy guapo semiformal. El jean hacía que su trasero se marque y se llevara las miradas de más de una pero eso a él no le importaba. Sólo le importaba una mujer, Olivia y ella no le correspondía.
Cragen había llamado a Olivia también para que alcance a Elliot en la escena del crimen. Se sorprendió que él no le dijera que le avisaría a su compañera pero no hizo comentario alguno.
—Hola Melinda. Veo que no solo a mi se me terminó el fin de semana —dijo Elliot sonriéndole y saludando a la médico forense que también era su amiga.
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Esto es amor
FanficTres años después que Elliot saliera de la vida de Olivia sin ningún aviso o explicación, ella es secuestrada varios días por William Lewis. Toda la policía de New York está buscándola, incluido su eterno amor, que al enterarse de su secuestro regre...