.-We Might As Well Be Strangers-.

Prólogo.

Finalmente pude ponerle la dedicación para Ree <3, tú sabes que hice esta fanfiction por ti <3 y aunque me falta subir mucho y escribir más para todas las sorpresas que tengo para ti estoy muy segura que te gustará *-* tanto como a mi <3, te adoro nena <3 y espero que te siga gustando x3

Advertencia: Todos los datos son ficticios y no tiene nada que ver con la vida de ambos, si no quieres leer respeta al autor por favor.

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-¿Qué es lo que piensas? –pregunto Ree mientras miraba a su amigo totalmente vago en sus pensamientos, tenía la mirada fija a la ventana que estaba en aquella sala de estar como si el tiempo no transcurriera a su alrededor- ¿Cry? –volvió a llamarlo para que le pusiera atención y fue cuando el americano pudo voltear a verla sin ninguna expresión facial.

-Lo siento –soltó un suspiro hondo y bajo su mirada como tratando de dejar su mente en blanco

-Sé que estás así por lo que pasó Cry pero tú hubieras podido cambiar las cosas y no quisiste hacerlo –le recordó la joven sentada justo frente a él que no dejaba de observar cada movimiento que él hacía

-No quiero hablar de eso –evadió el tema como siempre lo hacía desde que todo se había acabado.

-Me lo has dicho un millón de veces que aun así no puedo evitar recordarte que tú pudiste haber cambiado las cosas y si...

-Dije que no quiero hablar de eso –acotó ya con el tono de voz grave como cuando solía hacerlo al comenzar a molestarse, ella sólo lo miró en silencio con una expresión seria por lo que el americano siendo tan cortés se disculpó- lo siento Ree no quería hablarte así es sólo que... -no pudo terminar aquella frase, era como si las palabras no pudieran salir de sus labios aunque el tratara de hacerlo.

-¿Por qué no tratas de hablar con él?, de...

-No –exclamó para levantarse del sofá abruptamente y caminar hacia la salida metiendo sus manos a sus bolsillos.

-Espera Cry, ¿A dónde vas? –lo trato de detener mientras lo seguía con la mirada

-Hmmm... -se quedó mirando hacia el techo viéndose vacilante pensativo para luego responder- iré a comprar nuggets de pollo para comerlos en mi casa junto con varias bebidas energéticas y jugar videojuegos en mi ordenador, ¿por qué? –le regresó la pregunta mientras la miraba.

-Cuando estás triste no juegas videojuegos –le recordó al americano ese detalle por lo que tuvo que ingeniarse de una excusa para no verse tan obvio

-Si lo hago, sólo que no los subo a Youtube –se aclaró la garganta- quiero estar solo Ree- se aclaró la garganta- realmente te agradezco que hayas querido tratar de animarme pero estoy bien.

-No, no lo estás y por eso te cite aquí –el americano entrecerró las cejas ante esas palabras- hable con Ken y la verdad es que estamos de acuerdo con que...

-Ree... –la interrumpió groseramente- no quiero nada ¿ok?, estoy bien así y estoy seguro que él lo está igualmente –decir esas palabras no habían sido fácil para él pero en parte era la verdad.

-¿Qué pasaría si te dijera que no es así? –inquirió para tratar que su amigo se interesara más en lo que pasaba

-Me importa una mierda –añadió sin remordimiento para entonces sí, tomar la perilla de la puerta y girarla

-¿Qué es lo que te pasa?, ¿Por qué no aceptas que sigues queriéndolo? –ante esos cuestionamientos el castaño no pudo evitar detenerse justo en el umbral de la puerta de salida, cerró sus ojos con fuerza tragándose aquel sentimiento que sentía por el sueco al evocar cada uno de los momentos que pasó con él esos dos largos años y terminó exhalando con fuerza –Deja tu maldito orgullo de lado Cry y hablen antes de que sea tarde –pidió Ree quien ya estaba de pie mirando la espalda del americano, éste lentamente giró su cuerpo para mirarla

-No –exclamó- no puedo prohibirte que hables con él por qué sé que lo aprecias pero te suplico que no hables de mí con él, déjalo hacer su vida en Suecia con quien quiera y deja que yo haga la mía aquí. –justo al concluir con esa frase continuó su camino.