Comenzando a distancia.

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-.Capítulo 37.-

Los días comenzaron a trascurrir desde aquella vez en el aeropuerto donde finalmente Cry había expresado lo que realmente sentía por Félix, no había sido fácil aceptar que comenzaba a sentir otro tipo de cariño por el que había sido su amigo durante un año y medio; se tardó siete meses aproximadamente desde la vez que el sueco había confesado sus verdaderas intenciones hacia él y aunque pasaron por tantas cosas todo había terminado bien.

Cabe mencionar que no fue fácil para ambos tener que volver a sus actividades cotidianas sin sacar de su cabeza que tenían una relación diferente, lo que con llevaba a cambiar ciertas actitudes e incorporar otras para mantener aquel vínculo a distancia hasta que se volvieran a ver, por lo tanto, Cry recibía varios mensajes del rubio a su celular donde le informaba gran parte de las actividades que realizaba durante el día cuando no estaban haciendo llamadas por Skype o grabando/editando algún video para subirlo a Youtube.

Aquel día el americano había salido de bañarse así que al ponerse la toalla alrededor de su cintura llegó a su habitación para poder abrir su armario y sacar la ropa que se pondría, mientras lo estaba haciendo escuchó como su celular comenzó a vibrar indicando que era una llamada.

-¡Dios tan temprano! –exclamó sonando cansado de esas cotidianas acciones que realizaban, en el fondo de su ser le gustaba que el sueco intentara estar lo más comunicado con él pero en otra parte se sentía un poco bombardeado a su privacidad. Ak comenzó a maullar restregándose en sus pies y recordó que ya lo había alimentado así que no entendía porque maullaba tanto, tomó su celular para contestar sin checar quien era -¡Cállate Ak!, ¿bueno?

-Hola mi amor –escuchó esa expresión cursi con ese acento inigualable que no pudo evitar sentirse molesto y un poco apenado.

-¡No me digas así! –lo corrigió casi gritándole y volvió a girarse nuevamente a su armario para proseguir con lo que haría, se sentía un poco acostumbrado que en ocasiones lo llamara de esa manera pero no le gustaba.

-Ok perdóname, ¿Qué estabas haciendo? –pregunto escuchando los maullidos de su gato del otro lado de la bocina.

-Me acabo de salir de bañar y Ak no deja de maullar, ¡Vete! Ya te di de comer –eso último se lo dijo a su gato que seguía insistiendo con que le hiciera caso- ¿y tú?

-Estoy preparándome algo para comer.

-¿Preparando algo para comer? Tú no cocinas –mencionó ese detalle descubriendo al rubio.

-Idiota quería impresionarte –bufó y suspiró- bueno, estoy esperando que me traigan de comer.

-Hahaha está bien –añadió con una risita- lo siento, siempre se me olvida las horas de diferencia de aquí a Suecia –se disculpó y aprovecho para poner altavoz a su teléfono.

-Está bien no te preocupes, ¿vas a salir hoy? –preguntó retomando la parte en la que le había dicho que acababa de bañarse.

-Con Ree, quiere que salgamos un rato –le informó para ponerse la playera, ahora su gato estaba sobre la cama mirándolo.

-Está bien, tienes que salir más para que te queme el sol un poco por lo menos, estás muy pálido –añadió recordando que siempre notaba su tono de piel muy claro a pesar de que vive en un lugar bastante soleado.

-No actúes como mi madre –añadió mientras subía la cremallera de su pantalón.

-Ok, ¿Te estás vistiendo? –cuestionó el rubio percibiendo ese sonido y provocó que el americano se pusiera un poco sonrojado.

-¿Por qué me preguntas eso?, es obvio si te dije que me acababa de salir de bañar –trató de disimular lo que le había provocado esa pregunta en él.

.-We Might As Well Be Strangers-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora