No más mentiras.

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Capítulo 85.-

Para muchos se podría imaginar que el llevar ese tipo de relación era muy sencillo, como todo lo manejaban en mantenerlo oculto, Cry podía decir que saldría un rato con un amigo y nadie sospecharía de eso, al salir a la calle todos pensarían lo mismo al verlos caminar o convivir y lentamente comenzaba a aburrirse de ello, de mentir la realidad que sobrellevaban.

-¿A dónde vas tan temprano? –escuchó con una voz poco audible el americano un segundo antes de salir de su casa, eran las 8 y media de la mañana de aquel sábado y para las personas que lo conocían era muy extraño que estuviera despierto a esa hora, generalmente si era el caso era por grabar en la madrugada.

-A pasear... -hubo silencio, su mirada se enfocaba en cada parte de su casa, la sala que aseguraba que estaba vacía y también entre los pasillos que daban hacia el patio o a la cocina, finalmente hacia las escaleras que daban al segundo piso; sin duda su madre lo observaba-... con un amigo, Félix. Ya te había hablado de él. –añadió más a su oración para que supiera mejor sus razones, lo único que le había comentado era el nombre de la persona que salía siempre para tratar de que por lo menos en eso mentiría.

-Cuídate por favor –ya no quería escuchar más sobre ese asunto, tenía que darse prisa así que antes de cerrar la puerta delantera atrás de él escuchó eso último- nos iremos con tu abuela unos dos días ¿irás? –pregunto porque posiblemente tuviera planes, como siempre eso pasaba.

-Yo te aviso –finalizó para encontrarse con el sueco que ya lo esperaba. Ciertamente estaba comenzando a sentirse mal de no ser sincero con su propia familia, ¿Hasta cuándo tenía que estar ocultando lo que hacía? Realmente algún día ¿podría decirles la verdad? Eso ni siquiera podía respondérselo.


-Hace muchísimo calor, es totalmente insoportable –se quejaba el rubio frunciendo el ceño y limpiándose las gotitas de sudor que tenía en su frente con el antebrazo de su brazo izquierdo. Iban caminando por el Progress Energy Park donde se pone cada sábado un Farmer's Market, en ese lugar hay vendedores de comida, artes, plantas, artesanías y música en vivo; la verdad es que ya tenía unos días que Félix había encontrado ese evento en internet y deseaba poder ir, aparte de que estaba emocionado pues sería la primera vez en la que podría sacar a pasear a su nuevo perro: Edgar.

-Tienes que estar feliz de que ya regresarás a Suecia ¿no?–añadió el castaño cruzándose de brazos, que caminaba en su costado izquierdo. Estaba un poco cansado de escuchar sus quejas por el clima tan soleado y caluroso en Florida, sabía que era por estar muy acostumbrado al frío de Suecia que comparado con esto realmente era un infierno. –Sabes que sigue siendo verano aquí, me sorprende que a pesar de que te pusiste bloqueador para no quemarte tu "hermoso rostro" y traer lentes oscuros sigas quejándote de todo como si fueras un niño.

-Cállate idiota –musitó al voltear a verlo con un tono de voz fastidiado de que se la pasara recordándole que estaba mejor en su lugar de nacimiento que ahí; ya llevaba casi 6 meses viviendo ahí y pese al calor, estaba bastante feliz. –Ya sabes que me regreso el próximo fin de semana, mientras tanto tendrás que soportarme un poco más –sonrió divertido y se acercó hacia su mejilla para intentar darle un beso, esta vez el americano no se alejó ante esa acción pero todo fue interrumpido por el pug que intentó correr hacia la multitud de gente en el mercado ocasionando que el otro diera unos pasos hacia al frente de forma abrupta. -¡Hey Edgar, espérate! –le llamó la atención para jalar un poco la correa; el encanto se había esfumado.

-Será mejor que ya nos metamos en la multitud de gente, se acabará el desayuno/almuerzo y tengo hambre –comentó el americano para hacerse paso, aunque no lo aceptara estaba un poco cansado de tener que compartir al sueco con el nuevo perro, se escuchara ridículo pero era la verdad; desde que juntos lo habían ido a adoptar todo lo que consistía en cuidarlo o mimarlo se había convertido en un nuevo hobbie para el rubio a pesar de que el animal era un completo dolor de cabeza.

.-We Might As Well Be Strangers-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora