Bienvenida.

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-.Capítulo 7.-

Justo cuando Félix a travesó el umbral del arco que llevaba dentro del restaurante fue como si hubiera llamado la atención del americano involuntariamente ya que al momento de que levantó su mirada lo vio a lo lejos, con ese cabello rubio arenoso un tanto alborotado ya que ese era su estilo, jeans azules junto con una camisa blanca con rayas negras y de manga larga aparte de su inigualable delgadez, todavía Cry alcanzó a ver los tenis blancos que portaba el sueco cuando nuevamente dirigió su mirada a sus ojos azules que ya buscaban al americano por lo que tomó nuevamente el menú para tapar su rostro con él, estaba muy nervioso deseando que no lograra saber que era él aunque posiblemente la recepcionista pudo haberle dicho como era o alguna seña que lo identificara y...

-¿Cry? –al escuchar esa voz junto con ese acento singular taaan cerca lo hizo caer en cuenta de todo lo que estaba haciendo, de la realidad de su situación por lo que no podía salir corriendo del lugar sino que finalmente tendría que afrontarlo, bajo lentamente el menú de su rostro apenas descubriendo su cabello castaño oscuro como a la vez dejando ver sus lentes que cubrían aquel azul eléctrico de sus ojos.

-¿Pewds? –lo nombró asegurando que era realmente 'Cry' por el timbre de su voz, bajo por completo el menú colocándolo sobre la mesa dejando por completo su rostro al descubierto y aquella barrera de su prohibida identidad expuesta.

-Parece totalmente increíble que estemos los dos aquí –añadió dibujando una sonrisa en sus labios sin quitar su mirada de él, Cry seguía tan nervioso que ni siquiera supo que decir ni cómo reaccionar sólo mantenía su mirada fija a sus ojos como tratando de saber sus pensamientos– ¿Podrías levantarte? –pidió el sueco ya que el castaño seguía sentado en la mesa que le habían asignado, el americano parpadeo varias veces para hacerlo, estaba bloqueado por completo y fue en ese momento en que Pewds pudo observarlo sin que se viera tan obvio; el cabello castaño del americano era ligeramente corto pero un poco ondulado en las puntas que se acomodaban alrededor de su oreja y nuca aunque los mechones que tapaban su frente estaban completamente lacios; tenía anteojos con el marco totalmente negro y cuadrados que quedaba a la forma cuadrada del rostro de Cry y que no opacaba el azul eléctrico de sus ojos; su nariz era cóncava, es decir, con el arco recto pero con la punta como un bulbo pero no tan pronunciado sino pequeño; tenía cejas pobladas, tez un poco más clara que la de Félix, ambos labios muy finos y únicamente tenía barba en el mentón ya que se había rasurado la poca barba incipiente dejando sólo esa parte con vello facial. Hablando de la vestimenta que portaba el americano ese día eran jeans azules, converse clásicos y una playera azul que tenía el contorno negro en el cuello circular y en las mangas, su figura era igual delgada como la del sueco.

-Bienvenido Pewds –fue lo primero que se le ocurrió decirle mientras sentía su mirada sobre él provocando que se pusiera aún más nervioso, cuando fue sorprendido con un fuerte abrazo de parte del sueco.

-¡Dios! No sé qué decirte Cry –le dijo mientras lo abrazaba conteniendo su emoción por tenerlo finalmente cerca, el americano estaba un poco tímido ante el gesto ya que su corazón latía indescriptiblemente debido al nuevo sentimiento que estaba surgiendo en su interior por tenerlo junto a él, por sentir el calor de su cuerpo, por llenarse sus pulmones del aroma que desprendía y apenas lograba mantener sus manos sobre la espalda del sueco.

-Créeme que ni yo lo sé–esa frase hizo reír a Félix porque le parecía cómico que tras ser amigos por casi un año al estar frente a frente no sabrían cómo reaccionar, cuando se separaron seguía haciéndolo ligeramente.

-Es que... es increíble que estemos aquí... bueno que tú estés aquí frente a mí –lo miró con sorpresa al volver a verlo de pies a cabeza como cayendo en la realidad de que sí estaba a su lado, sonrió al regresar su mirada azulada a la suya y Cry lo hizo tímidamente- es que... es increíble –repitió sin dejar de mirarlo ya que no podía evitar hacerlo, estaba completamente exhortó por su presencia que el americano lo incomodaba realmente.

-Será mejor que tomemos asiento porque... -miró a su alrededor por primera vez dándose cuenta que no estaban solos, había muchos comensales a su alrededor y que algunos los miraban descaradamente, también se escuchaba mucho ruido cosa que se había silenciado cuando lo vio a lo lejos- ...la gente nos están viendo y es un poco incómodo.

-Oh claro, claro –sonrió más que feliz Pewds, tomó asiento justo frente al lugar que ocupaba Cry –olvidé por completo donde estábamos –dijo con suma sinceridad el extranjero por lo que Cry sonrió un poco al mirarlo ya que éste estaba viendo el menú que tenía frente a él.

-Y... ¿C-cómo te fue en el vuelo? –la primera pregunta que se le ocurrió al castaño para que ambos se distrajeran de aquella tensión, Félix puso su codo izquierdo sobre la mesa para tallarse los ojos y elevar su mirada nuevamente a la de Cry.

-Bastante cansado, tomé el vuelo en el aeropuerto de Suecia pero tuve que hacer escala a Londres ya que no hay directo y de ahí hasta acá, fueron muchísimas horas aparte de que no pude dormir bien y moría de hambre –explicó ahora con un tono cansado, Cry pudo ver que en su mirada se percibía el cansancio generado por lo que musitaba.

-Me imagino –se cruzó de brazos recargando su espalda al respaldo de la silla para mirar hacia otro lugar, sentía que si miraba con detenimiento a Pewds se pondría de un rojo carmesí todo su rostro.

.-We Might As Well Be Strangers-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora