.-We Might As Well Be Strangers-.

Dejar de ser extraños.

-.Capítulo 100.-

-.-

El sueco estaba profundamente dormido cuando entre sus pensamientos o sueños logró percibir como alguien se acostaba a su lado, provocando que éste diera un giro en la cama para comprobar por el aroma y la temperatura de su cuerpo quién era la persona que osaba interrumpir su sueño.

-Ngh... ¿Qué hora es? –preguntó tallándose sus ojos, realmente no quería levantarse de la cama pero estaba completamente seguro de que era muy temprano ya que el americano se había acostado a su lado. Esa mala costumbre que tenía de desvelarse toda la noche y dormir en la mañana no era bueno para su salud, habían discutido por ello varias veces pero al final era algo que no tenía remedio, creo que los malos hábitos nunca desaparecerían.

-9 de la mañana –dijo con pesadez en su voz hundiendo su rostro en la almohada, estaba tan cansado que lo que quería era dormir por lo que tomó de la sábana para envolverse en ella. Sabía de antemano que comenzaría a molestar debido a que no le hizo caso la noche anterior para irse a la cama temprano pero lo único que quería era descansar –Ya sé que estás molesto pero déjame dormir ¿sí?, aunque sea un rato –el sueco ni siquiera podía entender cómo es que tenía fuerzas para hablar si había estado taciturno durante dos días seguidos. La mayoría del tiempo le sorprendía su fuerza de voluntad para no ponerse mal debido a ese mal trato que le daba a su cuerpo.

-Ok –dijo tras suspirar y así poder incorporarse de la cama- duérmete pero al rato tendrás que cumplir lo que prometiste.

-Mm-hmm –ya no dijo más, simplemente se cubrió completamente la cabeza para evitar hacer contacto con la luz; el rubio cubrió las ventanas con las cortinas para ayudarle a dormir mejor y fue a tomar su típica ducha matutina; posteriormente se vistió con el propósito de dirigirse a la cocina para prepararse de desayunar pero justo antes de salir de la habitación el castaño añadió tras acomodarse en la cama- te preparé omelette, sólo mételo en el microondas. –rápidamente una sonrisa se dibujó en el rostro de Félix al saber que antes de acostarse había tomado un poco de su tiempo para hacerle su desayuno, sin duda era alguno de los detalles que le encantaban. –Félix –lo interrumpió de sus pensamientos y observó cómo no movió ni un solo músculo de su cuerpo, hablaba tal vez dormido- pruébalo antes porque no sé si use sal o azúcar, estaba tan dormido que...

-Ya entendí Ryan, sólo duérmete. –le exigió pero no para molestarlo sino para entrarlo en razón de que debía descansar.

Bajo a desayunar y afortunadamente el omelette estaba perfecto, tal y como le gustaba al sueco por lo que únicamente preparó café y luego se sentó frente a su computadora para poder checar sus emails, contestar algunos reviews de sus fans y terminar por editar algunos de los videos que había grabado con anterioridad. Justo a la hora de la comida estaba esperando que el americano hiciera acto de presencia porque ya estaba familiarizado con que despertaba a esa hora, no pudo esperar más así que al entrar a la habitación lo vio abrochándose las agujetas de sus tenis; parecía otro ya que había tomado una ducha y tenía ropa limpia.

-Hola –dijo con una sonrisa tras verse sorprendido por su sorpresa. –si viniste a reclamarme ya no es necesario, estoy listo para ir contigo a comer a donde quieras ¿ok? –no pudo evitar suspirar pesadamente, como si realmente estuviera haciendo un gran sacrificio para cumplir con sus demandas.

-Sé que odias salir, no es necesario que finjas –se acercó para sentarse a su lado.- lo siento, no quiero que te sientas comprometido a salir conmigo y sé que lo haces porque yo te dije que la próxima vez que te desvelaras todo la jodida noche de castigo lo cumplirías pero... no se me hace correcto.