Convivir.

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-.Capítulo 70.-

La tele cambiaba constantemente de canal ya que el otro quería encontrar algo que pudiera entender porque todo estaba traducido en ese idioma tan complejo, llevó otra galleta a su boca para morderla cuando el rubio se sentó a su lado en el sofá; se sobresaltó de sentirlo tan cerca que podía sentir como su brazo rozaba con el suyo erizando su piel, así que se balanceó recargando su codo sobre el reposabrazos para posar su cabeza viendo la tele en esa posición.

-¿No te aburres de ver ese programa en sueco? –pregunto inocentemente al percatarse que veía una entrevista bastante aburrida, al rodar sus ojos dirigió su mirada al sueco con el ceño fruncido.

-Es obvio que sí, no le entiendo nada idiota –le recordó ese detalle y provocó que soltara una gran carcajada.

-Hahaha te pondré cualquier película en inglés ¿ok? –dijo al levantarse y buscar en algunas que tenía guardadas en otro mueble cercano.

-La que sea está bien, cualquier cosa que realmente pueda comprender –pidió más alivianado y de un momento a otro ya estaba viendo una película en su idioma natal pero de género comedia romántica -¿Esto era lo que tenías guardado? ¿"El diario de la princesa"? –pregunto aguantándose la risa al ver el título de la película en la televisión.

-Lo siento fue lo primero que encontré –se sentó nuevamente a su lado y se veía un poco cansado –no suelo ver este tipo de películas pero mi hermana la trajo a casa y no se la llevo –le explicó y el otro soltó una pequeña risa.

-Estaba a punto de burlarme de ti por ello pero me alivia que no veas esto –el rubio le sonrió con dulzura y eso apeno al otro que tras verlo mejor decidió regresar a ver la estúpida película, justo cuando vio como desvió su mirada se sintió aliviado de que realmente creyera eso de que su hermana la había traído, con eso se evitaría la burla de su parte.

Estuvieron un rato en silencio cuando las risas se hicieron presentes por parte de algunas escenas cómicas, pero cuando pasaban las partes en la que los protagonistas tenían momentos cursis la tensión en esa sala aumentaba de parte de Cry, se sentía tan nervioso de estar al lado de él otro completamente solos en aquella casa que sentía que le sudaban las manos y todo empeoro cuando el sueco aprovecho el momento para pasar su brazo izquierdo por su espalda acortando el espacio.

-Uhh ¿qué haces? –le pregunto nervioso para ver su acción de reojo.

-Viendo una película contigo ¿por qué? –atrajo su cuerpo a su pecho quedando su cabeza tan cerca de él, percibiendo el mismo aroma que emanaban sus sábanas: a ese perfume fresco.

-¿Y necesitamos estar así? –su ritmo cardiaco estaba acelerado, lo único que podía pensar dentro de su cabeza era en aquella imagen de los dos teniendo sexo, de esos gemidos intensos de su parte y del dolor que le provocó; nuevamente comenzaba a dolerle el trasero.

-No te alteres –le susurró posando sus labios en su sien.

-¡Ya idiota no empieces! –lo regaño tratando de empujarlo hasta que nuevamente estuvieran separados, cada quien en un extremo del sofá –te lo deje claro en la mañana –le dijo frunciendo el ceño para luego voltear a ver la película, Pewds suspiró hondamente y luego bufó para cruzarse de brazos pero ya no dijo nada aunque muy dentro de su ser deseaba que se repitiera lo sucedido anoche, no quería pensar que esa sería la única ocasión que tuvo así que necesitaba encontrar el momento indicado para que se repitiera.

Todo estuvo en silencio entre los dos hasta que pasó otra escena cómica haciendo que el americano soltara una fuerte carcajada, al voltear a ver al sueco para comentar esa escena lo encontró con la cabeza ladeada y con los ojos cerrados, ¿acaso se había quedado dormido?

.-We Might As Well Be Strangers-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora