Ensamblando recuerdos.

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-.Capítulo 53.-

Separaron sus labios con fuerza por la inminente necesidad de tomar una bocana de aire después de que ambos soltaran un gemido por la excitación del momento, el rubio posó su frente en la clavícula del otro sin detener el movimiento de su cuerpo que lo hacía de arriba hacia abajo frotando su pelvis contra la del castaño, ocasionando que éste cerrara sus ojos con fuerza reprimiendo el placer que le provocaba la forma en como sus miembros rozaban

-Haah... ¿Cry?... -susurró con un hilo de voz sin levantar su cabeza, sabía que podía escucharlo pero a la vez estaba consciente de que probablemente no le contestaría- q-quiero... pedirte algo más –al escucharlo el castaño abrió sus ojos lentamente encontrándose con la realidad, con el peso del cuerpo del sueco sobre el suyo y con el color blanco del techo que los cobijaba- hah... necesito que... tú también lo hagas–se incorporó deteniéndose para encontrarse con esos ojos azul profundo que le transmitían confusión y nerviosismo- quiero que sea mutuo –hizo una pausa por su respiración agitada- lo necesito... por favor -escuchar esas palabras lo dejaron por completo sin aliento.

-.-

-¿Cry?... ¡¿CRY?! –lo llamó con un tono de voz más alto la morena para sacarlo de su trance en el que se había profundizado después de cerrar los ojos un momento.

-¿Qué pasa? –volteó a preguntarle girando su rostro hacia la parte trasera del auto donde se encontraba ella, se percató que el otro americano ya no estaba a su lado y que el sueco tampoco.

-Llegamos al aeropuerto –le recordó en donde se encontraba ya que parecía sumamente desubicado-¿Estás bien?

-Uhh... ¿Dónde están los demás? –antes de que pudiera contestar se escuchó el sonido de la cajuela de su auto cerrándose a sus espaldas, al parecer los otros dos chicos estaban afuera del auto sacando su equipaje.

-Cry es hora –Ree colocó su mano sobre su hombro para darle entender que saliera del auto y eso hizo, al bajar y cerrar la puerta el chico de anteojos cruzó su mirada con el sueco que al percatarse de esa acción corrió su mirada para acercarse a Ken sin dejar su maleta de lado -¿Paso algo anoche? –pregunto finalmente la chica con suma curiosidad al verlos que estaban indiferentes, al pensar en esa pregunta no pudo evitar recordar esas palabras que lo habían cambiado todo "Lo siento, la verdad es que anoche exageré con todo lo que te dije. No quiero que te sientas comprometido..."

-Nada –le sonrió tratando de ocultar toda esa situación para caminar justo atrás de los otros dos hombres, ella tenía un presentimiento de que las cosas estaban peor que antes pero no quiso preguntar nada más para evitar agobiarlo o levantar sospechas.

Al llegar al andén el primero en regresar a su lugar natal fue Ken, se despidió de todos los demás con un abrazo y algunas palabras de agradecimiento por lo bien que se la había pasado en esa semana pero sobre todo, de lo regocijado que estaba por haberlos conocido y tratado.

-Espero volver muy pronto –concluyó con eso al tomar su maleta- aunque espero que esta vez Pewds y Cry no se desaparezcan todo el día, ¿Qué diablos pasó ayer? –levantó una de sus cejas como símbolo de confusión, habían pensado que estaban salvados porque él no había mencionado lo sucedido pero lo guardó para el último momento. Félix se llevó una mano a su cabeza rascándose un poco cuando Cry contestó por los dos.

-Fue algo estúpido –escuchar esas palabras logró sentir al sueco como si le hubieran echado un balde de agua fría encima- había estado enfermo del estómago por una intoxicación debido algún alimento que ingerí y me sentí mal ayer, Pewds estuvo conmigo pero ya no pudimos regresar. En verdad lo siento- sin mirarlo fue conciso y claro en su breve explicación sin cambiar la seriedad de su rostro.

.-We Might As Well Be Strangers-.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora