Casi, casi, toco el cielo, quizás si salto más alto o tal vez si creo en ti, alcanzará mi alma.
No es casualidad, pero casi podría ser destino o verdad, pero este ser me cautiva con tan solo un suspiro.
Quiero amar señor juez, casi ya he cumplido mi condena en esta celda del olvidado penitente, donde casi se muere mi sombra al querer enamorar a un sol justiciero.
Casi, casi acaricie su rostro por escasos mil kilómetros no pude rozar tu piel, no pude trasmitir un deseo,no quise desvelar una verdad.
Ahora que ya casi nadie me escucha, solo tu, con tu poder infinito, con tus labios pecadores,con tus manos moldeadoras, solo tu, puedes cerrar los ojos y estremecerse cuando un suspiro parido de mi ser te roce el corazón.
Que triste saber que ya casi no quedan palabras, que no hay amaneceres para los amantes, que casi se mueren todos los besos por que ya no salen de tus labios, que triste esta el invierno cuando ve a su amada desear el calor del verano.
Casi, casi te veo reflejada en los charcos que preceden al llanto de tus amantes,casi te siento en el solitario silbido del viento que vino del norte con noticias de tu corazón, con razones selladas con juramentos obscenos.
Es casi imposible hablar del amor cuando el dolor llama a tu puerta,cuando tu historia se muere en este desierto de abrazos no entregados y cuando ya casi no quede vida en nuestros cuerpos, quizás recordemos los días que aprendimos a amar.
Casi, casi, toco el cielo.
