Aprendieron las palabras de amor, que el sentimiento puede ser efímero,breve, casual, que la vida te da y te quita.
Aprendieron las sábanas guarda secretos, que el silencio es mágico, en las noches donde las bocas besan, los ojos sueñan en la oscuridad y las manos hablan el lenguaje de la piel.
Soy el alumno del aprendizaje sincero, donde solo en las caídas se aprende a levantarse, soy el alumno de tu anhelado poemario, donde tu nombre siempre se encumbraba a los altares del verso soñador.
Aprendieron las hojas caídas en el otoño, que la primavera les dará una nueva vida, que el romántico viento que silva melodías, viene cargado de romances aprendidos en los confines del mundo.
¡Saber! Dicen que saben, que aprendieron de las lágrimas del desamor, que sufrieron aprendiendo a olvidar y que al final el verdadero amor nunca se olvida.
Aprendieron a amar pero no a olvidar, supieron arrancar páginas a un diario triste, de una vida dolorida de los golpes recibidos, aprendiendo a escribir esperanza en cada ola que arremete contra la costa de tu corazón.
Aprende del fracaso, de la pena, aprende de tus conquistas, de tu alegría, pero nunca dejes de aprender el verbo amar.
