Ya no recuerdo la primera luz, mi primer llanto, la primera caricia.
Los días pasan, acompañados de los meses y acosados por los años que corren arrastrando mi vida que se niega a morir.
Ya no recuerdo las veces que me pillaron en el pilla y pilla, las vueltas que di por el césped, los goles en fuera de juego.....ya el recuerdo se disipa.
Guardo mis tesoros más preciados en el alma de mis recuerdos, el primer beso que te di, tu sonrisa cautivadora, esas noches, de ocho horas que siempre eran breves.
Recuerdo y quiero siempre recordar, la carcajada de mi niña, los juegos inventados, sus escondites, los cuentos interpretados, el mago de trucos malos, los años que nos quedan...Quizás cien quizás doscientos.
Álbum de imágenes que mis ojos vieron, que mi corazón sintió, que mi mente guardó, cientos de miles son las fotos de mi vida, que difícil es elegir las que quiero recordar.
Recuerdos amargos que quiero olvidar, no siempre se logra, hermosos momentos que aveces se escapan entre los dedos y caen al pozo del olvidó.
Y si mi mente y mí vida están ya llenos de recuerdos, de primeras veces, de intentos y caídas, de alegrías infundadas y otras justificadas, de penas y llantos, de gente que pasa de largo, pero algunas se quedan y llenan mi vida de recuerdos inolvidables, de historias y momentos para recordar.