LLUVIA

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Creo que en ésta tarde gris, el cielo está triste, no hay forma de consolarlo, la lluvia no para de llorar sobre un mundo que huye de sus lágrimas, un mundo que se esconde bajo los paraguas de la indiferencia.

Lluvia que robas los besos de sus labios, que ahogas los recuerdos de un amor de mujer, lluvia recelosa de sus miradas, enfadada por sus caricias, lluvia que se transforma en tormenta de ira cuando busca cobijo en sus brazos, lluvia enamorada de un ser terrenal.

Sueña la lluvia ser cuerpo de mujer, tener huesos y tener carne, manos fuertes que no te dejen escapar, pero dice la llovizna que ese amor es imposible, pero replica el chaparrón que las más antiguas de las tormentas ya se enamoraron del trueno y del relámpago.

Lluvia que en invierno tienes frío y te pones el abrigo de las nieves, que en verano te acaloras y te haces tormenta, lluvia que no te conformas con mojar su pelo, humedecer sus labios y empapar su corazón con la melodía de tus gotas.

Lluvia que se ahoga en sus propios charcos, que no sabe nadar en las aguas del amor, que golpea el cristal de su ventana con la esperanza de poder tener huesos y tener carne, de poder tener labios y besar al ser amado.

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