Sabotaje al imperio del amor.
Sables que gritan versos del rencor al chocar entre si.
Lágrimas empapan banderas desgarradas.
Balas que silban, melodías fúnebres que taladran tímpanos de corazones moribundos.
Solo quedan recuerdos del ayer maravilloso, del pasado envejecido.
Solo sobrevive el recuerdo del último beso, el sabor de tu boca y el aroma de tu piel.
Agoniza la caricia, que electrifica mi piel, no tiene vida fuera de tus manos, no tiene poder sobre otra piel.
Luz cegadora de tu mirada, nos indica el camino a los cielos, nos avisa del final del romance.
Batalla maldita, hija del rencor, esposa del dolor, batalla sin cuartel, hasta tu victoria final.
Guerra del no quiero, por un te amo sincero, desangrado el amor pide redención a los cielos encapotados.
Solo la verdad vencerá... pero que verdad será ¿la tuya o la mía?
Alto el fuego en el campo de batalla, los muertos se amontonan.
Muertos están, todos nuestros desplantes y despechos.
Muertas yacen nuestras palabras agraviadas.
Inertes nuestras frases de consuelo, vacías y sin alma.
Alto el fuego le pido a mi boca y a la tuya.
Firma el armisticio,que yo rendiré mis naves y mis fortalezas.
Armas doblegadas, heridas en la carne, que quizás nunca cicatricen, nunca se olviden.
Voluntades ruinosas nos cuentan que las llamas se apagan,
que la oscuridad ahora acoge nuestro amor.
Que el cuento terminó, sin perdices ni felices para siempre,
pues ya no soy príncipe azul,
Hoy, día de la victoria ,alguien llamo a las puertas de tu corazón,
para entregarte un telegrama... caído en combate el amor que creamos.
