Grita el silencio, cuando hablan los ojos, y susurran las manos.
Escapan las montañas huyendo del bosque en llamas, temen al fuego que quema recuerdos, que ahoga sonrisas.
Abrazos de papel de lija, desgarran las lágrimas amargas de amantes cautivos, de soñadores despiertos.
Poemas que recitan las lenguas ya muertas, que nadie escucha, que nadie aprende, trabalenguas de bocas tartamudas donde el verso no tiene fin, donde el fin es la muerte.
Ahora estamos tu y yo, atesorando contradicciones, amasando riquezas en oro y plata, que ya no tienen valor.
Culpables somos sin condena, pero deambulamos por rincones que tienen vergüenza de su desnudez, que callan amores prohibidos.
Ave del mar que un día nos avisastes, ahora sobrevuela desiertos,ahora guarda desprecios, alma arrancada al cuerpo, que observa un campo de batalla sin rastro de vida, balas ensangrentadas, anuncian que hay perdedores de vidas, ganadores sin alma.
Tu y yo... contradicciones en los bolsillos, escusas envueltas en palabras de seda, ¿para cuando? nosotros, ¿para cuando? la guerra de reproches firme un alto el fuego.
Aveces muero deseando volver a la vida, deseando destruir mis errores, anhelando tus primeros besos, deseando tus primeras noches, aveces muero y nunca vienes a mi entierro.
Contradicciones repartidas para dos, pero todas las culpas para mi, toda la razón para ti y el corazón roto es el mio.