Espejo de cortante filo,
roto de dolor,
refleja rostros derrotados,
tristes las almas vencidas,
las almas heridas,
las almas huérfanas.
Aguas que fueron bravas,
que fueron valientes,
cuando mojaron tu piel con esencias del querer.
ahora se mueren en remansos recodos de un mar moribundo,
de un mar sin manos,
de un mar sin tu piel como credo,
de un mar donde flotan boca abajo versos traicionados.
Paisaje de acuarela y bodegón atrapado en los ojos de un pintor,
aquel que nunca quiso enamorar a quimeras imposibles,
pintor de sueños en rebeldía,
de sueños tan reales que dañan corazones,
sueños que nunca colorea finales felices.
Amantes cautivos de los besos paridos en tus labios,
de los besos entregados al viento viajero,
de los besos delincuentes, ladrones de labios incautos.
amante pintor que solo pintan el paisaje de tu cuerpo desnudo,
que solo sueña con amaneceres en noches cerradas,
que solo sabe pintar tu cuerpo con sus manos desnudas,
sin dejar ni una sombra ni una luz.
Espejo que no miente,
que refleja tu alma marchita,
que te dice la verdad, reflejando tu mirada encharcada de lágrimas que anuncian la derrota.
Manos temblorosas, labios que titubean, ojos ahogados...
Ya no pinta a la mujer a la que llamaron Mar, a la que el llamo amor,
ya solo pinta silueta de mujer alejándose,
dejando un corazón sangrando amarguras,
dejando a un pintor de aguas bravas en el desierto de tu olvido,
dejando a un espejo roto de dolor, pues ya no se refleja la Mar.
