Esta noche definitivamente hemos avanzado bastante. Ese beso fue una llave que abrió mil posibilidades y confirmó varios sentimientos que tenía en duda.
Me aseguró una vez más lo que siempre supe: ella es la indicada. Ahora sí que es un hecho que no me alejaré de ella, no importa qué; estaré con ella en la manera que ella quiera.
El hecho de que me dijera que no podía ser mi amiga, me dió el empujón de confianza y esperanza que necesitaba; la quiero y es un cariño puro, sincero y lleno de magia que da más peso a la premisa de que debemos estar juntos.Emily sigue y sigue bebiendo. Algo le pasó; ese algo fué lo que ocasionó sus lágrimas de esta tarde y de cierto modo lo que hizo que estemos acá ahora; así que no es tan malo como parecía hace unas horas.
Creo que quiere —y necesita— desahogarse, así que no le digo nada. Es más risueña de lo normal bajó los efectos del alcohol, sus mejillas sonrojadas por el calor del establecimiento y las venitas que hacen que sus ojos se vean rojos, le dan un estado de vulnerabilidad, de ternura; en mí inspira protección, no quiero separarme de ella; no ahora ni nunca; debo velar por ella. Por ese motivo, dejé de beber hace un buen rato.
Estoy sobrio, escuchando las cosas con y sin sentido que dice en su semi inconsciencia.
Pasa ya la media noche pero ella se osbtina a irse; quiero complacerla y por eso no replico.
En un momento de la noche, estando ya en el punto de embriaguez en que la gente empieza a ser sincera incluso en temas que nadie ha preguntado, se queda callada, toma aire y empieza:—¿Sabesss?, ese saaabado quee fuiimos a la bodaaa —no puede enfocar muy bien la vista. No enfoca en absoluto—, no querriaa saaberr naada de ti, pero la zooorra esaa te cooqueteeaba y yo me pussee celosssa.
Sonrío para mis adentros; ese día después de lo que me dijo, me puse en la firme intención de hacer eso: ponerla celosa.
Bien, no fué justo con Ángela o como se llame que la usara, pero Emily también lo hizo con el idiota ese intenso, así que: ojo por ojo.—Princesa —empiezo, pagando su último trago y ayudándola a levantar de la silla de la barra—, es hora de irnos. Ya es más de media noche.
—No quiieroo —su voz es más insistente que su cuerpo, porque la borrachera no le permite oponer resistencia y yo puedo moverla con facilidad.
Salimos y la brisa helada nos golpea; eso es malo. Eso acentúa más su borrachera y casi se cae al piso. Me apresuro a tomar el primer taxi que nos para y con dificultad la meto en el auto y me subo después. El taxi arranca y ella se recuesta en mi hombro y se queda ahí, quieta. Siento su respiración en el silencio del lugar y aunque estoy en muchos grados alegre, no puedo evitar la culpa al pensar que debí haberla sacado antes de que estuviera tan mal.
—Denny... —musita sobre mi hombro con voz somnolienta—, te quiero.
Me sorprende, me alegra, me llena de satisfacción escuchar eso. Un borracho siempre dice la verdad —o eso dicen—, y sus palabras calan en lo más profundo de mi ser, explotando un calor desde mi corazón hasta la última terminación nerviosa de mi cuerpo. Sonrío con la sonrisa más amplia que recuerdo haber tenido nunca.
—Es más que eso —respondo a una muy dormida Emily.
Llegamos al edificio y la despierto —o hago el intento— y aferrandola por la cintura, caminamos hacia adentro. Ella tiene el ataque de risa post-tragos y no deja de balbucear cosas. Antaño eso me habría parecido molesto, muy molesto. Pero con ella es diferente, con ella siento que puedo pasar cualquier situación con gusto, sin reprocharle nada.
—Emily, las llaves —digo una vez llegamos a su puerta.
—No laass trraajee.
Empiezo a tocar la puerta no tan fuerte para no molestar a los demás vecinos. Silencio. Nadie responde. Toco más fuerte y nada. Emily está recostada en mí y creo que no tiene ni idea de lo que pasa. Haciendo maromas con mi mano izquierda —la que tengo libre—, saco mi celular y le marco a mi hermano. Cuatro timbrazos después, Austin contesta:
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Destino del corazón © •|TERMINADA|•
RomanceLa vida de Emily Blancquarts parece estar muy bien planeada, tiene un amor perfecto con su novio de hace cinco años Max y pronto empezará su carrera como fotógrafa. Tiene una madre, una mejor amiga y un hermano que la aman, pero su vida dará un giro...