Capítulo 36: Decisiones

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Señorita:

Emily Blancquarts.
Brightown.

La presente es para informarle que es usted la acreedora de nuestra beca para el programa de Fotografía profesional, cubriendo ésta el cien por ciento de su costo y un subsidio mensual para útiles y transportes.

Considerando que estamos a mitad de semestre, tiene usted la posibilidad de elegir si quiere empezar inmediatamente en nuestra sede de la capital, o esperar hasta el inicio del siguiente. Su beca empezará a correr desde el momento en que decida venir.

Quedamos atentos de su respuesta.

Cordialmente

James Huterson.
Rector Universidad nacional de Grahamworth.

Leo a través de las líneas con mi mano en la boca y los ojos abiertos como platos, un sueño hecho realidad, un cambio en mi vida y la posibilidad de empezar a cumplir mis sueños. Las manos me tiemblan y la emoción no cabe en mi cuerpo, pego un grito al aire que retumba en las paredes de la sala de mi apartamento; es de esos momentos en que se quiere abrazar a alguien pero no hay nadie así que solo me muerdo los labios y salto en mi lugar.

Pasada la sorpresa inicial, caigo en cuenta de algo: la universidad queda cerca de donde se está quedando Max, ¿y si esta es otra señal que me dice que debo estar con Max? Que debo volver con él y seguir mi vida en la capital a su lado.

Volvimos al comienzo, con las dudas y los enredos.

Lo primero que hago es llamar a Max, debo contarle a alguien y todos están ocupados, puede que él también, pero qué mas da.

Hola, Emily —responde una vez lo saludo.

—Adivina, gané una beca para estudiar allá en la capital.

Emily, cariño, ¡eso es genial! —su alegría disminuye un poco y en un tono más bajo pregunta:— ¿Vendrás entonces? ¿Conmigo?

—Aún no sé si me iré ahora o el otro semestre —digo después de una pausa.

¿Has pensado algo, cariño?

—Aún no, Max —suspiro pesadamente—, dame tiempo.

El que necesites.

Hablar con él ayuda un poco, y a la vez me deja más confundida, ¿y si es con él con quién debo estar realmente? Después de todo, Denny y yo aún no tenemos nada y no hemos hablado de qué somos exactamente.

Berry llega en la tarde y yo le doy la noticia, la euforia no se puede disimular y mi amiga es consciente de lo que esto significa para mí y comparte mi felicidad, hasta que por orden natural de las cosas, pregunta:

—¿Te irás con Max?

—¿Sabes?, Después de este fin de semana, pensé que quería estar con Denny, pero ahora pasa esto y lo siento como una señal de que Max es quién debe compartir esto conmigo.

—¿Y Denny? —pregunta.

—Lo quiero. Mucho, pero... No sé, Berry, si somos literales, no lo conozco, no sé qué planes tenga él en la vida, en cambio con Max... Son cinco años de planes y ahora parece que la vida conspira para que los cumplamos...

—Mills, siempre te lo he dicho: elige lo que te haga feliz.

—No le cuentes aún a Austin —le pido—, no quiero que Denny se entere aún. Debo pensar las cosas primero, y si decido irme, tal vez lo haga el otro semestre, pero debo saber primero qué planes tengo con él antes de saltarle la noticia.

Destino del corazón © •|TERMINADA|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora