Capitulo 23: ¿Qué pasará después?

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La impresión es tan grande que hasta me quita el dolor de cabeza en el acto. Las cosas empiezan a tomar forma y sentido del porqué pasan.

Una tarjeta mágica, eso no se ve todos los días, aunque sabiendo de nuestra situación actual y de los acontecimientos previos, realmente no sé de qué nos sorprendemos.

Los sucesos que tuvieron lugar anoche son una cortina borrosa desde donde en realidad no recuerdo mucho. Sé que el motivo de mi falta de control y necesidad de beber como si no hubiera un mañana fué la noticia que me dió Max; pero tambien me alegra haberlo hecho.
En la profundidad de los efectos del alcohol, se aclaran ideas; porque la lógica está dormida y deja salir de la conciencia los deseos y sentimientos reprimidos cuando se está en buen juicio.

Sí recuerdo haberle dicho a Denny que lo quiero; y es totalmente cierto.

Después está Max. Sigue siendo mi novio y lo quiero, pero después de lo que pasó ayer todo está revuelto en mi interior. ¿Es posible amar a dos personas? No lo sé, pero lo que siento por Denny crece cada día un poco más y eso es algo que no se puede evitar; así que buscar a la loca tal vez me saque de dudas y nos diga qué nos une.

No es justo con Max que yo esté haciendo esto; estamos juntos hace cinco años y nuestro camino estaba junto hasta hace unas semanas. Pero de todas maneras no puedo evitar recriminarle el hecho de haberse besado con la inquilina de la casa de su tía.

No soy quién para juzgar pero igual me molesta. Y me duele.

Hoy no voy al instituto; sólo tengo una clase después de todo y la verdad esto es más importante.

Salí del apartamento de Denny con el corazón en la mano pensando que alguien podría verme: la mamá de Max o algún vecino o Scott y que pensaran lo peor.
Son más de las ocho y espero que Amber ya haya llegado porque ayer por la amargura al salir, no puse las mías en mi bolso.

Llamo a la puerta y nada. Toco un poco más fuerte y escucho los pasos de alguien que se acerca.

Mi amiga abre la puerta despeinada, con ojeras y con una expresión de que le duele hasta el alma con solo ver la luz del sol.

—¿No tienes llaves? —pregunta molesta— Trato de dormir.

—Las dejé anoche, por eso pasé la noche con Denny.

—Ah, pensamos que querían estar solos y por eso dormimos acá —sonríe pícara y mueve sus cejas de arriba a abajo.

—Denny me dijo que llamó a Austin anoche y le dijo que yo no tenía llaves —es la única excusa que tengo y ya que Amber hace que me ruborize, no sé qué más decir.

—Sí claro, no importa.

Entro y un profundo Austin está acostado en el sofá de la sala; se ve muy gracioso.

—Pensé que dormiría en tu cama —bajó la mirada. Venganza.

—Cómo crees Mills, yo no soy así. Llevo saliendo con el sólo un par de semanas.

—Sí claro, no importa —repito sus palabras y ella responde sacando la lengua.

Pienso contarle a Amber lo que pasó ayer, desde la llamada de Max hasta la locura de esta mañana; pero Austin despierta así que mejor me dirijo a mi habitación y luego a la ducha.

Quedamos de vernos con Denny en una hora y tratar de buscar a Vega; en su tarjeta solo apareció el mensaje pero tal vez en la mía salga algo más cuando la miremos de nuevo.

La busco en mi mochila y la saco; nada.
Es necesario que él esté aquí.

Al llegar Denny, mira a su hermano y sonríe, más no dice nada. Sigue de largo y se posiciona en frente de mí. Se queda a unos centímetros sin decirme nada; yo tampoco sé que decir, especialmente porque hay una pareja curiosa que no nos quita el ojo de encima al otro lado de la sala. Los volteo a mirar con cara de «¿les importa?» y ellos sonríen y salen por la puerta.

Destino del corazón © •|TERMINADA|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora