Atraída Por El Enemigo (Jelsa)

Capítulo 17

***Jack Frost***

Los oficiales ejercían la suficiente fuerza en mis brazos para evitar soltarme, por más que intentaba quitármelos de encima me era imposible.

-¡Déjenme verla! ¡Necesito ver que este bien!

Pero no dicen nada, me arrastran a las afueras donde hay muchos auto de policías, veo a Chimuelo y está siendo amarrado con largas cadenas mientras comienza a dormirse después de ver como tiene dardos de sueño enterrados en la piel.

-¡Ayudamos a encontrarla! – Escucho a Hiccup gritar quien le suben esposado a un auto lejos del que a mí me dirigen.

Me van a empujar con fuerza a la puerta de uno pero me impulso para interponer mis piernas contra las orillas de la puerta.

-Vamos, entra –Gruñe uno de ellos.

-Déjenme acompañarla al hospital, es lo único que pido.

Antes de escuchar alguna respuesta, siento cómo soy electrocutado con un electroshock que tenía el policía compañero.

Mis fuerzas se desvanecen y mi cuerpo es holgado. Me introducen al auto ambos oficiales, escucho el auto arrancar, y mi último esfuerzo es ver a la ventanilla, dónde la imagen de Elsa aparece. Recostada en una camilla, con Hamada caminando con velocidad junto a ella.

Mi visión entonces se nubla, haciéndome dormir.

Para cuando despierto, estoy en una habitación con luz blanca, una habitación de cubo de paredes azuladas.

Veo mi cuerpo recostado en una camilla de sábanas grises, al otro lado veo una puerta con el símbolo de inodoros y de frente un cristal del tamaño de las paredes.

Me siento en la camilla para pensar en lo sucedido. En Elsa, sangrando con rapidez después de recibir dos balas.

Me levanto con rapidez en busca de una salida, pero antes de hacer cualquier cosa, escucho como tocan en un cristal a espaldas mías, me giro y veo a Hiccup con cara de pocos amigos.

-¿Dormiste bien? – Dice con Sarcasmo.

Está sentado en una camilla igual a la mía, ambas camas están pegadas al cristal que une nuestra comunicación.

-¿Qué pasó?

-¿Qué pasó? – Dice y sonríe en risa – Fuimos a rescatar a la mujer que nunca pudiste decirle que la amabas, y por esa razón ahora estamos aquí encerrados esperando a que nos maten.

-¿Qué?

-Bueno, matarnos no, pero a ti seguro te apartan del cayado, de tus dones y a mi de Chimuelo.

-Por dios.

-Hey, ve a cambiar tus ropas, seguro están en el baño.

Hiccup se recuesta en la camilla con las manos bajo su nuca.

Entro al baño y veo el lavabo con unas prendas blancas y unos tennis blancos también. Veo una nota sobre las ropas.

"Vístete o lo haremos nosotros.

Guardianes."

Siento odio por los hombres, pero termino por cambiar la ropa que tenía a la que ellos me dieron. Al salir todo se ve claro, miro el cristal de un costado y está el pasillo vacío donde seguro vienen para visitas.

Como león enjaulado doy vueltas de un lado para otro, Hiccup ha cambiado como cuatro veces de posición. Primero recostado, después sentado contra el cristal que nos conecta, otro está saliendo del baño y el último sentado en el suelo contra el cristal mismo.

-¿Quieres parar? – Dice alzando la voz – Me pones de nervios.

-¿Cómo crees que me siento? No sé cómo está Elsa.

-No está bien gracias a ti.

-¿Qué dijiste? – Digo con rencor a su comentario al darme vuelta para ver su rostro.

-Lo que escuchaste. De no ser por tu egoísmo y orgullo podrías estar ahora mismo con ella, feliz de la vida juntos, pero adivina: Estamos encerrados y excluidos, Elsa ahora está con Hamada quien seguro actuó mejor pareja que tú.

-¡Cállate! No pienso discutir contigo ahora.

-No pienso discutir contigo ahora –Dice imitando mi voz con tono agudo.

-¡Ambos! ¡Silencio!

Me giro a la tercera voz presente y veo al oficial de cabellos grises que tanto me irrita, Aster. Está en el cristal de pasillo de brazos cruzados portando su uniforme.

-Espero y te alegre verme Frost.

-No sabes los brincos que doy de alegría – Digo caminado hacia a él para verle mejor a mi altura.

Hiccup camina con el mismo gesto a un lado de mí con la división del cristal.

-¿Qué quieres? – Dice Hiccup con tono de asco hacia a él.

-Voy a darle sus horarios chicos – Dice con media sonrisa – Todas las mañanas recibirán alimento por medio de esa barra – Dice señalando una barra con abertura de un rectángulo delgado que conecta al cristal de Hiccup y mío – Después pueden tener acceso a los noticieros en la televisión que comparten y......

-¿Dónde estamos? –Dice Hiccup – En una cárcel cualquiera nos dejarían convivir con los demás.

-Adivinaste chico, está no es una cárcel cualquiera, están en Guardianes.

-Qué asco.

-Aster –Digo lo más sereno - ¿Dónde está Elsa?

-Lejos de ti –Dice con tono frío.

-Por favor Aster, quiero verla. Necesito saber cómo está.

-No está bien gracias a ti. Está en estados graves, debilitada. Si piensas en verla, estás equivocado, tu vida ahora depende de este cubo.

-Yo....

-¡Nada! –Dice Aster alterado – Mejor me retiro.

-¡Tadashi y yo la encontramos! ¡Ambos trabajamos juntos! –Digo antes de que se vaya y logra hacerme caso, se gira lentamente y regresa.

-Dudo esa mentira, si quieres que te libere, no será por esta manera.

-No estoy mintiendo. Anda, ve y dile junto a la pelirroja china que nos ayudó también.

-Merida – Habla Hiccup – Es Merida, ella estaba también.

-¿Y cómo me aseguran que les crea?

-Habla con ellos.

-Bien, lo haré, pero eso no querrá decir que los libere. Eso sólo implicará que puedas ver a Elsa con una escolta.

-Con eso me conformo –Digo a secas.

Aster me mira sin expresión y se retira.

Hiccup se gira a verme negando con la cabeza y después se aleja.

Sólo quiero ver a Elsa, asegurarme que continuara con vida.

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