Capítulo 28

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***Elsa***

Había terminado mi ducha caliente con los shampoos y jabones más deliciosos que podía haber olido.

Cuando salgo me coloca la ropa que nos dieron, unos pantalones holgado color gris, con una blusa de mangas largas gris.

Cuando salgo veo a Jackson quien está fumando un cigarrillo en el pequeño balcón del gran ventanal. Me acerco y al parecer no me ha visto ni escuchado.

El olor del cigarrillo con el de la tierra mojada de la lluvia hace una combinación que me resulta delicioso.

Camino hasta quedar a sus espaldas, decido abrazarlo y apoyar me mejilla en su hombro.

Al inicio se sobresalta pero al sentir mis manos deja liberar el aire de sus pulmones acompañado del humo.

-Puedes enfermarte – Dice apagando contra el barandal el cigarrillo.

-Sabes que no suele pasar –Digo cuando él se gira.

El cigarrillo lo deja en el barandal, el agua de la lluvia no consigue caernos gracias al techo de los balcones más arriba de nosotros.

-¿Cómo será?

-¿Qué cosa? –Digo ante su pregunta.

-¿Cómo será vivir juntos?

-No lo sé –Digo sin dejar de abrazarlo de su torso – A penas puedo mantener mi vida.

-¿Cómo contactaremos a Sandman?

-¿Qué ya no recuerdas? –Digo sonriendo de lado.

-Si lo recuerdo pero sabes que no puedo.

-Yo lo haré – Digo –Esta noche lo llamaré en mis sueños.

-¿Vas a poder soñar? –Dice poniendo su mano en mi mejilla.

-Creo..... –Digo – Necesitaría tu ayuda.

Él camina hacia a mí y yo retrocedo para entrar de nuevo. Jack deja que toda la cortina cubra la ventana de la noche y la lluvia.

Siento su respiración juntarse con la mía, entonces cierro los ojos para disfrutar de esos segundos, y para darle a entender que me agrada su sensación.

Pega su frente a la mía, nuestras narices rosan y sus manos me atraen desde mis caderas a las suyas.

-Espera..... –Jack me separa con las sus manos en mi rostro pero sin dejar de separar nuestros cuerpos – Recuerdo que en nuestro encuentro aquí en Nueva York, me habías dicho que los novios no eran para ti.

-Bueno..... –Digo en una sonrisa – Es que no he tenido el tiempo para que alguien se considere mi novio.

Jack me mira con los ojos entrecerrados con una sonrisa de no creerlo.

-No es cierto – Dice - ¿Quién no te querría a su lado?

-Nadie lo ha querido.

-Hamada lo ha...... -Dice pero guarda silencio. Cierra los ojos y niega con la cabeza –No quería.....

-No, está bien –Digo bajando la mirada mientras sus manos se apartan – Él lo ha querido pero –Levanto la mirada hacia la suya – Pero contigo en mis sentimientos es imposible.

-¿Tuviste algo serio con él?

-¿Serio te refieres a una relación o.........

-Serio en una relación que involucre el sexo.

-Dios no – Ruedo los ojos mientras doy un paso atrás - ¿Por qué lo preguntas?

Jack no dice nada, simplemente mira al suelo haciendo que la lluvia que tenía en su rostro resbales a su barbilla.

-Supongo que alguien lo metió en tu cabeza ¿no es así?

-Sólo yo......

-No – Digo firme – No voy a estar en estas situaciones ¿si? Me iré a dormir.

Me doy vuelta para dirigirme a la cama, aparto las sábanas y acomodo las almohadas. Y justo cuando me siento para recostarme, llega Jack tomando mis mejillas y besando mis labios con los suyos.

Quiero separarlo poniendo mis manos en sus hombros, pero el peliblanco me empuja levemente hacia la cama para terminar recostado sobre mí.

-No quiero buscar comparaciones – Susurró entre mis labios – Sólo te quiero a ti y estos momentos.

Yo no consigo mencionar más, pongo las manos sobre el cabello húmedo de Jack para atraerlo más a mis labios.

Subo mi pelis hacia que choque contra la suya, el me levanta más para poder ocupar el espacio de la cama sobrante.

Mis manos bajan a su vientre y siento cómo su sudadera se levanta conforme se pega más a mí.

Sus manos atraen mi cintura a la suya y entonces comenzamos a desprendernos de las ropas.

Me quita la blusa que el hotel me ha prestado, no llevo puesto sujetador debido a que se suponía que iba a dormir, entonces Jackson me mira, yo a él.

Mis manos arrancan hacia arriba su sudadera, dejándolo expuesto a mí. Nuestras pieles se tocan y se rosan con cada movimiento entre ambos.

Y las manos de nuevo, nos desprenden los pantalones. Dejándome a mí y a Jack expuestos cómo hace años atrás lo estábamos.

Como unos adolescentes que tenían su primera vez con el otro, inexpertos y sensibles, ahora Jackson no deja de mover sus caderas con encanto y seducción hacia las mías.

Es inevitables seguir sus movimientos una vez que se ha conectado a mí.

Yo me contraigo hacia a él dejando liberar un suspiro entre cada beso y entre cada embestida que me toma.

Sus manos abarcan mi pecho y las mías su espalda.

-Vamos preciosa – Me dijo al oído cuando ambos estábamos envueltos en calor y sudor.

De unos segundos a otros había conseguido llegar con Jackson hacia el cielo, quedarnos suspendidos en los aires del placer hasta llegar a tierra y quedar exhaustos.

El cansancio me era demasiado, las piernas me dolían del esfuerzo y mi espalda no la soportaba, mis ojos terminan cerrándose mientras yo estaba recostado en el pecho de Jackson.

Donde él no paraba de acariciar mi cabello con sus suspiros agotados.

Atraída Por El Enemigo (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora