Atraída Por El Enemigo (Jelsa)

Capítulo 42

TRES AÑOS DESPUÉS.

***Narradora***

La fresca mañana en Inglaterra eran las mejores.

En especial para esos calientes cupcakes que la platinada sabía preparar con moras. Estaba acomodando los postres en una mesa de picnic de su jardín trasero.

Miró al cielo agradecida y tomó asiento para contemplar los pinos que rodeaban a su casa de campo, pero no duró gracias a su pequeño.

Quien caminaba tomado de la mano de su padre peliblanco.

-Mira, ahí está mamá –Le dijo Jackson a su niño, Eliot, quien sonrío y aceleró el paso para llegar hasta ella.

Elsa sonrío y se puso de rodillas para abrazar a su niño.

-Oye oye, con cuidado –Dijo Jack ayudándola a ponerse en pie de nuevo.

-Jack calma –Contestó Elsa – Ya es sólo cuestión de días así que podría llegar en cualquier momento.

Dijo en el momento que acarició a su vientre redondeado, ambos estaban en la espera de una bella niña, Jatzira.

La familia tomó asiento para deleitar de los postres.

Después de aquella pérdida de ambos, un año después se enteraron de su primer embarazo. Jackson para conseguir dinero se dedicó empezando a ser un guardia de noche en los bancos, había conseguido capturar a uno que otro quien quisiera robar

Después Hiccup y él entraron a trabajar como ayudantes en veterinarias, hasta que hoy Jack tiene el empleo en la policía.

Dando recomendaciones para evitar los asaltos, asesinatos y robos. Gracias a sus viejas experiencias logró mostrarlas ante los oficiales.

-Mira – Le dijo Jack a Eliot quien estaba sentado en sus piernas – Que rico ¿no? –Le dijo cuándo le dio un pedazo del panque con frutas.

Elsa sonrió con dulzura antes de beber un trago de té.

-Hiccup quiere regalarle a Eliot un cachorro dragón -Comentó la platinada.

-Está loco –Comentó sin dejar de ver a su niño- Apenas va a cumplir dos años, él no lo cuidará. Tendré que ser yo –Comentó entre dientes lo último.

-Le dije que esperara a que sea mayor.

Así es, no fueron los únicos en irse de Nueva York, sino también Merida e Hiccup.

Ambos están viviendo juntos en una casa en el campo, mucho más alejada de la casa de Elsa y Jack que estaba en los bosques, todo gracias a Chimuelo y a su libre vuelo y espacio.

-Por cierto ya deberían haber llegado – Dijo Jack mirando el reloj de muñeca.

-No, mejor –Comento reclinando mi espalda por completo para acariciar mi vientre – Eliot se distrae mucho con ellos, mejor que coma un poco más antes de que lleguen.

Jack iba a hablar pero miró como Eliot sonreía mientras miraba al cielo, este dirigió su mirada al mismo punto y sonrió de lado.

-Creo que ya no va a comer nada – Murmuró.

Los tres miraban al Furia Nocturna descender con Hiccup y Merida.

Juntos los 5 como de costumbre por esos días, por algunos años pero no para siempre.

Por ahora sólo eran ellos.

-Te amo – Le murmuró Jack a su bebita en espera aún – Y a ti también te amo –Dijo besando los labios de Elsa.

-Y yo a ti mi viejo enemigo.

-Era un enemigo muy encantador, admítelo.

-Sigues siendo encantador.

-Oigan papás – Gritó Hiccup desde el la entrada de la puerta trasera – Vengan, tenemos una noticia que decirles.

Merida se asomó con Eliot en brazos, el niño se hipnotizaba con la gran melena roja de la chica.

-Créanme, les encantará.

La pareja del frío invierno, se tomaron de las manos para avanzar, ahí y por siempre, hasta donde la vida los dejara.

FIN.