Atraída Por El Enemigo (Jelsa)

Capítulo 29

***Jack Frost***

El fin de mi sueño llegó a la fría mañana del día.

Comienzo a entre abrir los ojos y puedo ver la luz blanca que se detiene el otro lado de la cortina del ventanal que he dejado abierta.

Me remuevo con cuidado de no despertar o molestar a Elsa quien sigue dormida de frente a mí pegada a mi pecho.

Mi brazo la rodea por completo mientras que el otro había quedado estirado.

Recuerdo la noche que pasamos llenos de caricias, besos y jadeos. Sonrío mientras la observo al recordar, pero también llega a mi mente que no usamos ninguna protección por lo tanto decido que sería mejor comprar una pastilla del día después.

Me levanto con cuidado, camino con mi cuerpo expuesto hacia el ventanal para cerrar la ventana y evitar dar paso al frío.

Decido tomar una ducha rápido, las prendas de Elsa y mías ya han secado pero aun así decido ponerme la ropa que el hotel nos ha prestado.

Un pantalón de mezclilla azul que llevaba es lo único que me pongo mío, arriba la sudadera gris y mis tenis.

Camino hasta la cama donde veo a Elsa dormida en diferente lado al anterior que la había dejado.

-Elsa –Le murmuro cuando me hinco para quedar a su altura – Elsa –Repito cuando no veo respuesta de su lado.

Me acerco más a ella para acariciar su mejilla, se remueve en mi mano, todo sin dejar de tocarla.

Entonces ella abre ligeramente sus ojos para verme con ese destello azul suyo bajo sus pestañas largas.

-Buenos días –Digo con media sonrisa.

-Buenos días – Dice entre un gruñido mañanero - ¿A dónde vas?

-Por tú pastilla.

-¿Mi pastilla? –Me mira ya con sus ojos abiertos, entonces entiende –Oh, ya, esa pastilla.

-Sip – Me pongo en pie – Así que yo te surgieron que te levantes, te cambies para cuando yo regrese y llevarte a desayunar en la primera planta. Hacen unos waffles deliciosos con miel.

-Hey –Dice y estira los brazos hacia a mí, haciendo que caiga las sabanas hacia sus caderas, permitiendo ver su vientre expuesto.

Me hinco de nuevo para recibirla en un abrazo y besar sus labios. Siento su helada piel de la espalda contra mi mano, la acaricio de abajo a arriba hasta acariciar su cuello.

Nos separamos del beso sin despegar nuestros frentes.

-No me tardo – Le digo rosando mis labios con los suyos.

-Bien, quiero probar ese desayuno.

-¿El mío o el del hotel?

-Ay que gracioso –Dice con sarcasmo Elsa mientras se separa para dejarse caer de nuevo en la cama.

Termino riendo mientras camino a la puerta.

Llego rápido al primer piso para salir, estando dando un paso al exterior, puedo sentir el fresco de la mañana.

Camino directo a la farmacia de una esquina, pido la pastilla y termino pagándola para regresar.

Cuando entro, la señora Spring me saluda.

-Jack, buenos días ¿Ya te vas? - Dice mientras lleva un florero lleno de rosas.

-Buenos días, no, todavía no, iremos a desayunar en unos minutos.