thanks hormones ; taekook

O2

Taehyung

Lisa apareció frente mía, mostrando sus desnudas y delgadas piernas gracias a la minifalda estudiantil. Acomodó sus rubios cabellos y me miró — Tae, — asentí — Rosé quiere un polvo contigo, nada de besos como haces con todas. ¿Qué le respondo? — mi expresión de asco le llamo la atención — No me digas... — enarqué las cejas, estaba algo más que confundido — ¿eres virgen? — empecé a toser, tierra trágame. — ¡Oh por Dios! ¿Dejarías a Rosé que te saqué aquella cruz? — mostró aquella típica sonrisa suya y abrió, muy grande, los ojos.

— No, perdón Lisa, no. — rodó los ojos y giro sobre sus propios talones.

— Como sea, le diré que estás en pareja, aguanta el chisme. — otra sonrisa, pero esta vez de labios y coqueta — Por cierto... ¿a quién esperan?

— A Namjoon y la tropa. — Jimin le guiñó un ojo y luego le saco la lengua.

Lisa sólo rodó los ojos y se alejó de donde estábamos.

Jimin y yo, como estúpidos, esperando en la puerta de la escuela a que el resto salga.

— Hay días en los que quiero decir que eres mío para que no te molesten más con las cosas de tener sexo contigo. — reí, Jimin estaba más que cansado de tener que aguantar las estúpidas preguntas y ver como las rechazo, para el día siguiente, tener una novia inexistente. — ¿Tanto tardarán Yoongi y los demás?

— ¿Esperando a tu príncipe? — abrió los ojos y me quiso tapar la boca — Tranquilo, Hoseok no está cerca. — reí. A ambos les gustaba el chico de cabello menta, quien se quedaba hasta altas horas de la noche rapeando a la vuelta de la escuela, se rumorea que hay días en los que se une a alguna pelea. A Jimin le gusta lo arriesgado, y a Hoseok, ambos tenían la misma pasión por el rap.

— Si si. —estiro el cuello y reí al ver como salía un gruñido de sus labios. Hace treinta minutos terminaron las clases y estábamos esperando a que un par de estúpidos de dispongan a salir para ir a algún bar apto para menores o un karaoke.

Mientras que copiaba la acción de Jimin, pude ver la cabellera negra que hace no mucho se presentó frente a mis ojos. Este iba acompañado con un grupo de chicos de su mismo salón, se me era raro, ya que nunca lo había visto con ellos.

— ¿Pasa algo, Tae? — pregunto Jimin, siguiendo el recorrido de mis ojos — Ooh... No sabía que Jungkook tenía amigos. — miró sorprendido — Que bueno, se la pasaba en el salón escondido de los demás. — muy pocas veces lo podíamos ver. Casi siempre, pasaba a propósito por la puerta de su salón para saber si seguía viniendo a esta institución. Hace una semana lo conocí y podría decir que me intrigaba, o tal vez quería tener la misma amistad que tengo con Yoongi, me gustaba tener amistades, raro.

Sonreí al ver al pelinegro avanzar con el grupo de chicos, era bueno que sea sociable. La sonrisa fue borrada automáticamente al instante que noté como uno de ellos lo empujaba y este solo mantenía la mirada gacha.

— Hey, — golpeé, suavemente, las costillas de Jimin, este vio al mismo lugar — están empujando a Jungkook. — mi tono de voz salió algo alterado, por lo que Jimin rodó los ojos y rio.

— Tae, es un típico juego. Hacíamos eso mismo a su edad. — el solo le restó importancia al asunto, mientras que yo, avanzaba un poco preocupado, siendo interrumpido porque una de las manos de mi amigo sujetaba mi brazo. — No entiendo porque te fijas mucho con lo que sucede. Es un niño de trece años e independiente, cálmate.