thanks hormones ; taekook

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Taehyung

La cena era más tranquila de lo pensado. El padre de Jungkook contaba algún que otro chiste, todos reíamos y volvíamos a nuestra comida.

No sabía por dónde empezar, o si el primero en hablar sería el menor.

— Taehyung, ¿disfrutaste de Busan? — preguntó la madre con una enorme sonrisa en su rostro. Asentí.

— Es bastante tranquilo comparado a Seúl, las calles son menos habitadas y eso lo vuelve distinto en todos sus aspectos. Además, los templos son, para mi parecer, más hermosos. — dije con sinceridad mirando el plato y sonriendo de labios, recordando todas las fotos que nos sacamos con Jungkook, algunas de besos, otras de caras graciosas y vídeos recitando cuánto nos amábamos.

— Menos mal, pareces enamorado de Busan. Puedes venir cuántas veces quieras. — sonrió la mujer con dulzura. — Jungkook, también puedes traer a tus otros amigos, no tenemos muchas habitaciones, pero podemos tirar el sofá al piso y traer los colchones aquí, el living es enorme. Todos tus amigos son bienvenidos aquí. — volvió a sonreír.

El silencio entre el menor y yo se volvió presente, lo miré unos segundos, y noté como este tenía las orejas rojas y miraba sus manos.

— Ma-Mamá. — dijo apenas audible.

— ¿Eh? — abrió los ojos la madre — ¿Dijiste algo, cariño?

— ¿Recuerdas que siempre me preguntabas si me gustaba alguien o cosas así? — la madre de Jungkook lo miró con ojos abiertos, para luego dirigirse a su marido quien asentí con la cabeza y tomaba del vaso.

— Claro, recuerdo todo. ¿Por qué? — preguntó inquieta, nos miraba con una sonrisa pícara, pero a la vez amorosa. 

— Bueno, em... — empezó a hablar Jungkook, para levantarse de la silla y dejar los palillos a un lado de su plato. — Veo que les cayó lo bastante bien Taehyung, así que se los quería presentar como mí n-novio. — mordió su labio inferior y cerró los ojos, agarré con ternura su mano y luego dirigí la mirada a la pareja frente a nosotros, quienes se miraban con sonrisas de labios y miradas cómplices.

— Kook, con tu padre ya lo sabíamos. — dijo la mujer con una sonrisa encantadora, joder Jungkook tenía todo de ellos dos, desde su actitud increíblemente adorable, hasta sus rasgos y aquella sonrisa que tanto amaba en él. — Digamos que no pasó desapercibida aquella vez que durmieron juntos en el auto. — guiñó el ojo izquierdo y acarició la cabecita del azabache. 

— Esto no es divertido. — dijo el menor de la sala sacando una sonrisa a todos los presentes.

— Si es divertido. — rodó los ojos la mujer — Y, por cierto, bienvenido a la familia Tae. — achicó sus ojitos dejándolos como dos medialunas.

— Gracias, señor y señora Jeon. — me levanté de la silla para inclinarme sólo un poco, sonriendo con los ojos brillosos de felicidad. Aunque era bastante obvio que me querrían, por no subirse de tono, pero tuve bastantes conversaciones con los padres de él y me repetían que era bastante agradable. Además del hecho que le dijeron que soy un buen chico.

Jungkook nos miró a todos con un puchero, para luego sentarse y seguir comiendo, le sonreí amorosamente y copié su acción. 

Golpee con suavidad la madera de la puerta, esperando una respuesta del otro lado. Al momento de abrirla vi tumbado el cuerpo de Jungkook sobre su suave cama, con las manos en los ojos.