thanks hormones ; taekook

19

Jungkook

Durante toda la semana, me mantenía perdido a las asignaturas, distraído a la hora de escribir lo que dictaban y escribían en la pizarra. En mi cabeza sólo se mantenía la propuesta de Taehyung, tendríamos nuestra primera cita.

El esperado viernes había llegado, corría de un lado al otro en la sala de mi departamento. Cuando salimos de la escuela, Tae me avisó que tenía que hacer unas cosas por lo que no iría a casa conmigo, pero que pasaba a buscarme antes de que el sol se esconda, y para eso, no faltaba nada más ni nada menos que dos jodidas horas. Tiempo en el que estaría mordiendo mis uñas y sintiendo aquel golpeteo nervioso contra mi pecho.

Sujeté con fuerza mis cabellos, tragando fuerte. No sabía qué hacer, ¿primero vestirme y luego comer o al revés? ¿Cómo se colocaban los pantalones? ¿Cómo se comía? ¿Qué era respirar?

Respirando hondo y volviendo a la dura realidad, recordé el consejo que me dio hace tiempo Lisa: — Sólo debes agregar agua hasta la raya, dejas reposar unos minutos y el ramen está hecho. —

Alto. Ese no era el consejo.

— Mierda. — susurré, mientras me golpeaba la frente y me tiraba al suelo, importando poco si retumbaba y molestaba a la vecina.

El timbre de mi casa llamó mi atención, seguro que la hice hervir a la anciana molesta.

— Ya voy. — susurré, arrastrándome por el suelo hasta llegar frente al picaporte, moví las llaves y abrí.

— Vino tu hada madrina. — Jin, Jimin y Hoseok estaban del otro lado, moviendo sus manos cómo si corrieran el cabello de su rostro.

— ¿Qué hacen aquí? — dije, tirándome de espalda contra la madera.

— Primero, deja de hacer eso, se escuchó abajo y me dieron veinte infartos. — comentó Jin, abriendo la boca enojado y su rostro rojo —Segundo, Yoongi y Namjoon están ayudando a Tae a no sé qué, y nos aburríamos.

— Además, Tae gritó a los veinte vientos que ustedes tenían una cita. — sonrió Hoseok, emocionado.

— Yo vine porque quería ver tu televisión. — dijo Jimin, mientras hacía un tierno puchero y juntaba sus dedos índices, — ¿Me dejas? — lo miré incrédulo, sin entender la situación. Saco su semblante tierno y soltó un gruñido, dirigiéndose al sofá y prendiendo el televisor. — Ya lo hice. — rodé los ojos.

— Jungkook, ve a bañarte, es lo primero que debes hacer.

— ¿Eh? — dije, confundido. Hoseok rodó los ojos y me sujetó de los hombros llevándome al baño.

— No salgas hasta que se te salga el olor a rata. — se dio la vuelta y escuché cómo hablaba sobre lo que daban en la televisión.

Retiré mis ropas, mirándome al espejo y viendo aquellas marcas que dejo hace no tanto Tae, desaparecer. Las acaricié, el golpeteo contra mi pecho seguía, y más feroz al tocar los hematomas. ¿Tae estará en mí misma situación?

Suspiré, liberando todo lo contenido y metiéndome bajo el cálido chorro de agua. Agarrando el envase de shampoo y haciendo abundancia de espuma, perdido en muchos pensamientos, ¿estará bien la cita? ¿Irá bien? ¿La pasaremos bien? ¿Qué haremos después? mejor dicho ¿Qué haremos?

Pegando mis manos a mis ojos, chillando al sentir el ardor de la espuma sobre estos.

— ¡JAJAJAJA SERÁS ESTÚPIDO DIENTUDO! — gritaron desde afuera. ¿Por qué los había dejado entrar?