thanks hormones ; taekook

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Taehyung

— Llegué familia. — dije sin ánimos. Sabía el montón de problemas que se me irían a amontar: las calificaciones, el trabajo de los fines de semanas, el grupo, Jungkook, el viaje con su familia. Quería llegar cuanto antes a la cama y tirarme en ella.

— Bienvenido a casa, — dijo mi hermana con una enorme sonrisa, que al ver mi expresión fue barrada con pañuelos y brutalidad. — perdón que te lo diga, pero tienes problemas con mamá. — tiro de las comisuras de sus labios para abajo y se dio la vuelta para ir por dónde vino. Respiré con dureza y tranquilidad.

— ¿Eres tú, Taehyung? — la fina voz de mi madre se escuchaba desde la cocina, caminé hasta allí y tiré mi mochila al piso. — ¿Dónde rayos estabas? — se encontraba con una taza de café amargo en su mano y una expresión de total molestia.

— En casa de un amigo, te lo dije antes de irme.

— ¿Qué amigo? — Madre: no es mi amigo, es mi novio e hice lo prohibido con él, nada del otro mundo.

— Uno que conocí hace un tiempo, él mismo que pasó en su casa todas las tardes. — rodé los ojos, seguro que se habrá olvidado.

— Ese amigo tuyo... ¿Puede ser que te venda cosas? — mordió sus labios con impaciencia.

— ¿Qué? — procesé lo que había dicho, — ¡¿Qué?! — madre, es un niño de tan solo catorce, lo máximo que me puede vender es una galleta quemada. — ¡No! ¿De dónde sacas eso? — interrogué con total molestia impregnada en mi rostro.

— Desde que pasas las tardes allí, estás más feliz. No me mientas Tae. — se levantó de la silla y vino directo a mí para colocarme su mano libre en la mejilla.

— Te lo juro mamá, no me vende cosas. Sólo estamos ahí con los chicos y conversamos mientras comemos pizza. Nada más. — hice énfasis en las últimas tres sílabas, dando a entender que me está hartando esta conversación.

— Entonces, ¿dónde está mi Taehyung enojón? — interrogó con las cejas enarcadas y con un brillo de preocupación falso en los ojos.

— Este chico... — lo amo — es bastante agradable y me cae genial, la paso bien con él. Tiene catorce años. — abrió los ojos con sorpresa.

— ¿Te juntas con un niño de catorce? — miró hacía una de las esquinas del techo y volvió a mí — Me imagino que no le hacen cosas prohibidas. — sonrió con diversión. Oh lo que tengo para decirte madre.

— ¡Mamá! Dios que repugnante que es hablar contigo. Si no te molesta, me voy a mi habitación a terminar los deberes. — asintió como si el tema no le importase. —¡Ah! El fin de semana que viene me voy de viaje, así que necesitaré dinero, iremos todos a la casa de la familia de este chico, Jungkook es su nombre. Nos invitó a relajarnos y el viaje ya está pago. Si quieres un souvenir más vale que me des dinero. Gracias. — me acerqué y le di un beso en la mejilla, ella sonrió con ternura. Que buen actor que era.

— Jungkook, que lindo nombre. Okey, si dices que es para tomar un descanso, genial. Quiero algún té extraño o una planta, por favor.

Ni un "Que la pases bien"

— Por cierto, mañana tu hermana tiene un cumpleaños y con tu padre trabajamos hasta tarde, pueden venir los chicos así no tienen que estar siempre en la de ese niño, seguro que tiene muchos autitos de juguete. — rio con malicia.