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// 13 años \\

Jungkook esperaba ansioso a que el castaño salga de la escuela, quería llevarlo a uno de sus lugares favoritos y apreciar la maravillosa vista antes de que llueva.

La puerta de salida fue abierta, provocando que el pelinegro se acerque a ella empujando a quien sea que esté en frente suyo. Los niños salían del lugar corriendo a los brazos de sus padres, Jungkook intentó no prestar atención y solo se dedico a mirar aquella salida, lo cual le saco una gran sonrisa al divisar la suave cabellera de su pequeño, esperó a que se le acerque.

-¡¡Jungkookiie!!...-Saludó efusivo al ver su rostro, el nombrado con gusto estiro ambos brazos transformando aquel característico abrazo de oso.

-TaeTae, ¿Cómo te fue pequeño?- Preguntó cariñoso el pelinegro.

-Muy bien kookie- Respondió con su risa tan armoniosa para él.

Se despegaron de aquel abrazo y Taehyung depositó un sonoro y delicado beso en la mejilla de Jungkook; provocando un notorio sonrojo al estar en publico, a la vista de los que serian compañeros de su pequeño.

Trató de evitar aquellas miradas sobre ambos y le dedico una radiante sonrisa al castaño. Estiró su mano para ser aceptada por la suya e irse de ese lugar lo antes posible.

-Bien Tae, te mostraré algo asombroso- Mencionó Jungkook ansioso.

Llevó su vista al castaño, quien al parecer estaba concentrado en observar con una hermosa sonrisa como sujetaba su mano con la suya, Jungkook sonrió como tonto y dio un suave apretón al agarre, llamando la atención de su pequeño.

-¿Sucede algo, kookie?- El nombrado casi se desmaya por la inocencia que llevaba el rostro del castaño, era de total despreocupación y una pequeña sonrisa.

-Había dicho que te mostraré algo asombroso, Tae.- Repitió con énfasis. Taehyung abrió ambos ojos emocionado y sorprendido.

-¿En serio, qué es?- Arqueó ambas cejas curioso.

-Ya lo verás pequeño...-Sin más que decir, sujeto bien de su agarre y giro su cabeza al frente, el castaño le sonrió e hizo lo mismo.

(...)

Veinte minutos de caminata y Taehyung creía que se le caerían las piernas, mientras que el otro sonreía de oreja a oreja por estar cerca del lugar, quería apresurarse ya que su tiempo se agotaba, puesto que las nubes grises los estaban alcanzando.

-Kook, ¿Cuanto falta?- Preguntó agotado, observando al nombrado con un puchero, a lo que el otro rió.

-Ya pequeño falta poco, lo prometo.- Aseguró el pelinegro dedicándole una sonrisa.

-De acuerdo...- Bufó casi inaudible, aunque fue oído, el pelinegro se limitó a reír y seguir tomado de la mano de su pequeño.

Habrán pasado unas cinco cuadras más y Jungkook desvió su camino a uno de tierra y cesped, Taehyung traía una mueca para nada agradable ya que se estaba embarrando. Caminaron por una insignificante montaña y antes de acercarse Jungkook cubrió con delicadeza la vista del castaño con su mano libre.

-¿Q-Qué haces?- Preguntó nervioso el castaño.

-Quiero que sea una sorpresa, Tae.- Susurro por detrás del castaño, ya que había cambiado su posición para cubrir mejor su vista, sujetando ahora su cintura con la otra mano.

Ahora si. Habían subido por completo y Jungkook no pudo evitar soltar una risa de extrema emoción.

-Bien Tae.... Ya puedes ver.- Cuidadosamente descubrió los ojos de Taehyung.

El pequeño Tae....// vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora