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-Y con esto... Ya acabamos- Finalizó Eric, limpiando las cicatrices con un poco de agua oxigenada, debo de admitir que mi piel sigue sensible, irritandome un poco.

-Le agradezco mucho, Eric- Agradecí apresurado, terminé de ponerme mi camiseta blanca que rozó con la herida provocando un quejido de mi parte y estaba listo para salir del lugar.

-Por cierto...- Habló deteniendo mis pasos a la puerta, voltee para observarle- Ayer por la madrugada, tal vez dos y treinta, estaba por irme a casa pero un joven apareció en el pasillo que da a esta habitación- Comentó buscando entre sus bolsillos, mi rostro formó una mueca de total ansiedad al oirle- Y me dijo que le entregue esto al decirle que no podía entrar, no dijo su nombre. Simplemente se despidió deseandome las buenas noches- Rió al recordar el momento, quitándome una pequeña sonrisa. Estiró su mano entregándome un papel doblado, frunci mi ceño confuso y lo tome entre manos, le agradecí de nuevo y me despedí marchándome.

Ya dentro de mi vehículo y que Lié fue tan amable de traer, me acomodé abriendo el papel, leyendo el contenido.

"¿Cómo estas?
es bonito observar el agua, te extraño"


Sonreí satisfecho, dejando ir un gran peso en mis hombros. Arrojé el papel al asiento del copiloto y encendí el auto, dirigiéndome donde la carta me indica, manejar con una sola mano no se me iba hacer un trabajo fácil, pero debo hacerlo, Taehyung me espera.

(...)

Estaba por llegar y mis ganas de verle no faltaban, habíamos acabado con todo, logré liberarlo de aquellas cadenas, aunque no comprendo su reacción tan extraña; puede que haya estado furioso pero llegar al limite de matar a golpes siendo Taehyung es muy extraño, aunque yo haría lo mismo a decir verdad.

Mis heridas provocaban pequeños pinchazos que molestan demasiado, así no podré abrazarlo y se pondrá triste. Llegue al lugar y estacioné, preparado con una sonrisa de total nervios bajé del coche.

Comencé a caminar por un recorrido de tierra, el lugar se veía hermoso, la puesta de sol era acompañado de una ventisca fresca, obligándome a llevar un abrigo. El verdoso césped se encontraba húmedo al igual que el ambiente, al parecer llovió y yo ni me enteré, seguí caminando entre la tranquila naturaleza, ambos sabíamos que nadie pasa por aquí al no ser un lugar turístico, ya que estaba un poco lejos de lo que sería la gran ciudad, algo que ambos siempre agradecimos. Introduje mis manos en los bolsillos de la chaqueta al sentir un pequeño temblor en ellas gracias a la baja temperatura, seguí observando de los verdosos arboles, arbustos y pastizal elevado, casi llegando a mis rodillas, aves canturreaban entre si convirtiendo éste lugar en una armonía, podía escuchar a lo lejos cisnes chapotear en el agua lo cual me decía que estaba cerca, el aroma a césped húmedo y flores de distintas variedades era algo espléndido en éste momento, acompañando el callado ambiente.

Giré mi vista al oír una rama quebrar y una laguna se posaba en mis ojos, una en la cual las nubes, el cielo con una mezcla de celeste y rosado se reflejaban a la perfección, dejándome fascinado, me acerqué sin prisa, detallando parte del lugar por si una cabellera se removía en alguna parte hasta que lo encontré, ahí estaba, sentado en el césped, apoyado en uno de los finos arboles que rodeaban la maravillosa laguna, mirando la pasividad del agua, oyendo los grillos y las ramas chocar entre si, al igual que yo.

Sonreí, estaba tranquilo, observé su espalda por varios minutos en silencio, detallando su quietud, sin realizar alguna acción y cómo el viento removía sus grisáceos cabellos, encantandome en lo absoluto, inhale preparado y di unos pasos al frente queriendo llegar a él.

-¿No amas ésta época?- Se le oyó desprevenidamente, provocando un susto de mi parte al no esperarme aquello, relajé mi rostro con una mueca de total sinceridad, me quitaba una sonrisa sin darme cuenta.

El pequeño Tae....// vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora