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Jungkook abrió los ojos agotado, su alarma había comenzado a sonar y su dolor de cabeza aumentaba. A veces se arrepentía de tanto beber, para su suerte hoy tocaba sábado, día libre.

Los reflejos de luz daban a su pálido rostro, provocando un gruñido en él por tanta luz en su rostro. Arrugo su nariz y con pereza comenzó a salir de su cómoda y cálida cama antes de quedarse dormido. Caminó por el pasillo de su casa hasta llegar a su cocina y preparar un delicioso café. Volvió a su habitación, aun con pereza, y recogió su celular al estar un  poco mas despabilado.

<<un mensaje>>

El pelinegro arqueo una ceja y abrió aquel mensaje, siendo de su amigo, pidiendo que lo llamara cuanto antes. Jungkook rápidamente llamó a su número sin pensarlo.

-kook. ¿Ya has despertado?- Habló apenas respondió el llamado, despreocupándose por completo junto a un suspiro.

-Creí que ocurrió algo- Respondió en tono rasposo, Charlie sabe perfectamente que Jungkook detesta que haga ese tipo de cosas, prefiere no volver a pasar por lo mismo.

-Si... Lo siento.- Se disculpó apenado el castaño, de verdad lo sentia, Jungkook se limitó a suspirar y dejarlo pasar.- Yo quería proponerte algo...-

-Dime que es- Hablo esta vez un poco mas suave, sintiendo la sonrisa de su amigo aparecer.

-Bueno. ¿Que te parece ir a una cabaña por el fin de semana tu y yo?, yo invito- Aquello dejo sorprendido al pelinegro y con una sonrisa de oreja a oreja, hace tiempo no se tomaba vacaciones.

-¿Estas bromeando, Lie?- Preguntó burlón, recibiendo una risa atravesar su celular

-Claro que no, narizón. Vamos, será divertido.- Jungkook juraría que su amigo mantiene una de esas sonrisas detrás del celular, contagiándole por completo.

-Esta bien, idiota. Dime a que hora pasas por mi-

-En veinte minutos, amigo mio- La risa de Charlie resonó en su oído.

-¡¿Que?!, Ch-Charlie no pu..- ya era demasiado tarde, su querido amigo había cortado la llamada, provocando que Jungkook bufara.

A las apuradas el pelinegro saco de un lado de su habitación una valija que siempre mantenía ahí, en caso de emergencias, y comenzó a buscar ropa necesaria para el viaje. No debería preocuparse mucho sobre el clima, sabría que no irán tan lejos y mejor aún están en plena primavera.

(...)

-¡Vamos Jeon, no tengo todo el maldito día!- Grito desde el auto Charlie, junto al sonido del claxon que ya tenia cansado al pelinegro.

-¡Que ya voy!- Respondió a lo gritos, saliendo de su casa y cerrando con llave su puerta. Tomó su valija y corrió a la camioneta de su amigo que tanto le apuraba

-Aleluya- Bromeó Lie, recibiendo como respuesta una mirada desafiante.- Ya, ya. Sube.- Dijo a lo último con una risa.

Jungkook bufo y sin más se acomodó en su asiento, ignorando el comentario anterior de su amigo.

-Por cierto. ¿Por qué no me avisaste antes de esto?- Preguntó curioso el pelinegro, teniendo como respuesta un alzamiento de hombros despreocupante.

-Me había olvidado de avisarte.- Jungkook rodó los ojos ante la irresponsabilidad de su amigo, provocando que éste riera.

-Bien, ¿A dónde iremos?- Cambió de tema instantáneamente

-Es una sorpresa- Dejó con intriga a su amigo y arranco lo antes posible el vehículo, quitándole otro bufido al pelinegro.

-Sabes que odio las sorpresas- Habló luego de varios minutos, escuchando el suspiro de su amigo.

El pequeño Tae....// vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora