El viaje se hizo sumamente rápido, en un parpadeo ya estaba de nuevo en la ciudad y en la realidad.
Pasadas las dos y treinta de la tarde por fin salí de aquel lugar.
Hoy me había dormido y me levante a las doce del mediodía, no creí que me levantaría tan tarde. Desayune y salí a caminar por ahí hasta que llegue, había sido bien atendido pero se demoraba bastante.
Hoy tenia turno con el psicólogo, no es nada nuevo ya que voy hace años, lo malo es que debía volver cada vez que tenga alguna pesadilla o alguna depresión instantánea y fuerte, el suicidio.En ese momento recibí mucha atención por si se me ocurría repetirlo, estaba tan destruido que ya no me importaba nada, pero fue ahí donde apareció Charlie, él fue una gran ayuda para mantenerme entre la linea de vida y muerte, hasta fui golpeado por él al darse cuenta de que iba a repetirlo, y eso que no había pasado ni un mes de conocernos.
El tiempo seguia pasando Y me sentía tan al borde de la muerte y desesperación, cuando le conte todo a Charlie temí que se vaya lejos al creer que era un idiota, pero no. Se mantuvo firme ante mi y me dio todo el apoyo posible, logrando un espacio en mi ya roto corazón. Aunque él no entienda mi manera de librarme del dolor y desolación me sigue apoyando, aunque siga siendo el idiota que se acuesta con cualquiera, que se embriaga y fuma para matar el ahogamiento, él me sigue queriendo, y yo a él.
Por supuesto que no cambie, sigo tan abajo como antes. Al enterarme de la muerte de mis padres, que ocurrió el mismo año de su desaparición, mi mundo se vino aún más abajo, cosa que no entendía puesto que ellos no son nada para mi, no cuando estuvieron mas pendientes de sus temas laborales que de su propio hijo. El día que intente matarme, ellos ni aparecieron en el hospital, la única persona que decidió aparecer fue mi abuela, mi amada abuela que me llevo lejos de esos infelices.
Sus muertes, que por lo que dijeron fue un accidente, provocó que su empresa cayera a mis manos, siendo yo tan propenso y en un momento tan devastador de mi vida, no tenia idea de como manejarla. Pero ella me ayudó, ella y Lie me ayudaron en aceptar el papel de líder empresario, tuve que esforzarme bastante en que todo se mantenga en pie, pero lo logré conseguí eso y mucho más, dejando orgullosa a mi abuela.
Hasta el día de su muerte. Se fue quitándome lo único que me quedaba de vida, eso bastó para hundirme más que antes y decaer eternamente, Charlie trato de animarme, de sacarme, pero ya era demasiado tarde, todo lo que tenía y amaba se había ido, las dos personas que más adoraba y admiraba se marcharon, no sin antes pisotear mi corazón.
Con el tiempo fui empeorando sin darme cuenta, caía demasiadas veces en depresión, nunca le dije a Lie para no preocuparle, tampoco me apetecía hacerlo, quería estar solo en esto, caer yo mismo y no arrastrar a otro ser querido.
Eso y más sucedió a lo largo de los días, seguí con la empresa tal como le prometi a mi abuelita, trate de seguir con mi vida, como le prometí a Lie y seguí buscándolo sin rendirme, tal como le prometí de lejos a mi pequeño.
Caminar es aún más relajante que manejar, por suerte no había tanta gente transitando, me abruma tener que ver tantos rostros. Paré en la esquina, esperando a que el semáforo se ponga en rojo, viendo pasar los autos guíe mi vista al frente, divisando gente, pero algo llamó mi atención.
Devolví mi vista al frente, observando con mas atención aquella figura tan familiar.
-¿Na-nncy...?- Mis ojos se abrieron de par en par al recordarla. Era ella, mi vista no falla, estaba en la otra vereda, esperando al igual que yo cruzar la calle.-¡¿Nancy?!- Grite su nombre, logrando que volteara a mi, era ella, y al parecer no estaba tan feliz de verme, noté a la perfección su rostro palidecer, sus facciones quedaron duras al igual que su cuerpo.
Mire el semáforo que ya estaba en rojo, las personas cruzaban la calle y ella seguía ahí. Mi cuerpo temblaba, comencé a transpirar de los nervios, di un paso tembloroso y luego otro. Comencé a correr a ella, pero al darse cuenta hizo lo mismo, solo que a otra dirección.
¿Que le sucede? No debe huir si no le haré nada. Maldita sea, estaba ahí y pensaba escaparse, no puedo perder este momento. Encontré a la madre de mi pequeño, la madre que algún día logro reemplazar a la mía, y ahora quería huir de mi.
Frunci el ceño y aumente mi velocidad, estaba tan desesperado que mi pecho se oprimía, la impotencia subía hasta mi cabeza. La veía correr y cada vez mas cerca de mi, al estar seguro de alcanzarla estire mi brazo y con brutalidad tomé su brazo.
La voltee para poder verla, mierda, si era ella. Mi garganta se cerraba y un nudo se formaba, juraría que un sollozo se escaparía en cualquier momento.
-Na-Nancy....-mi voz se dificultó por la falta de aire, afloje un poco del agarre y comencé a soltar pequeños quejidos.- Q-Que..-
-Disculpa- su voz gastada me interrumpió. Quebrantandome, esto puede significar que Taehyung esta aquí.
- ¿Do-Donde está?- Mis sollozos salían con brusquedad, estaba tan desesperado que mi corazón se estrujia, ella seguía sin responder, alterandome- Nancy- Le llamé seco, sintiendo su cuerpo temblar, no se atrevía a verme, provocando que muerda de mi labio- ¡¿Do-Donde está?!- Ya había colmado mi paciencia, joder, necesito saberlo, mis piernas ya me están fallando y mis sollozos dificultaban mi respirar.
-Jun-Jungkook...- Me nombró apenada, cuando solo quería que me responda- Cu-Cuanto tiempo-
-No estoy para vueltas Nancy- apreté sin querer del agarre, provocándole molestia, al instante aflojé de éste cuando vi su expresión. Mis lágrimas ya caían del dolor, lo cual ella noto y bajo la mirada- Ta-Ta...- No podía pronunciar su nombre, mi miedo no lo permitía, Nancy se rindió y respiro profundo.
-Él...- Trague duro, Tenia miedo, demasiado. No sabia que iba a salir de esos labios, si algo bueno, o algo malo- Te extrañó- Sus palabras provocaron que sollozara mas fuerte, solté por completo su brazo al sentirme tan débil, eso bastaba para saber que esta bien, que siempre lo estuvo, que sigue vivo.
Iba a pronunciar algo, pero nada salía de mi, comencé a llorar y no sabia si de emoción, angustia o dolor, quejidos desgarradores se escapaban. Presenciaba su aterrada mirada, mi pulso seguía igual de acelerado, hasta que perdí por completo mi fuerza y caí al suelo, perdiendo la conciencia de tantas cosas pasar por mi cabeza.
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El pequeño Tae....// vkook
Hayran Kurgu"Nunca me he ido, Taehyung" Kim Taehyung... Será difícil saber quien es en verdad, qué es lo que sucedió con él o quien provocó esto. Jeon Jungkook. Comenzará a ejercer algo en él, ¿Enamoramiento? ¿Dolor? ¿Impacto? No lo sabe, ¿O tal vez si?