42

37 5 0
                                    

Una semana entera pasó, escondido por tanto tiempo, me comuniqué una vez mas con Taehyung, la policía pareció volver y tomar su caso, poniendo en marcha la búsqueda de aquella mujer, le pase la información que shaun me consiguió y así poder hacer esto más fácil, nunca le di una explicación respecto a mi huida, la policía no mencionó ni una palabra a mi pequeño, siendo raro.

Nunca se pusieron a buscarme, ni por las noticias, como si no fuese sospechoso haber huido. Tal vez Taehyung se las arregló bien para que no ocurriera.

A minutos de que anochezca decidí ir a mi casa de una vez, pero no tenia dinero por lo que no quedó otra opción más que caminar. Tenia bastante hambre, me las ingenie para acercarme a alguna estación de servicio y comprar lo que podía, pero no era suficiente. La luna se hizo presente y las calles eran cada vez más oscuras, al salir de aquel bosque ingrese a donde hay más edificios, observando cuidadosamente, deje que el tiempo pase y mi cuerpo era cada vez más débil, tengo tanta hambre y estoy tan cansado.

Dos horas de caminata  bastaron para poder llegar a mi casa, quería verlo, estaba tan cansado de estar solo. Pase por la parte trasera, llegando a la puerta, mis pasos se detuvieron al ver la puerta abierta, mis pulsos se hicieron frenéticos, y comencé a asustarme.

No dude mucho y entre a tropezones, la imagen de Taehyung pasó como modo de alerta en mi cabeza. Cada paso encendía las luces de la casa atemorizado. Tal vez solo entraron a robar, tal vez Taehyung olvido cerrar la puerta, tal vez no está.

La idea de que no esté empeoraba la situación, tome el paraguas ubicado en las escaleras y subi sosteniéndolo fuertemente.

-¿Taehyung?- mi temblorosa voz resonó en el pasillo, no oía nada, no había nada roto, todo estaba igual. - Taehyung, ¿Donde estás?- camine a mi habitación, la puerta estaba entre cerrada y frené frente a ella, mi respiración era muy abrupta, y mis piernas temblaban, tomé una bocanada de aire y sin demorar más abri rápidamente la puerta con el paraguas en mano, encendi la luz y mi peor pesadilla se hizo presente.

No está, mi sensor de pánico apareció y comencé a correr por toda la casa buscándolo, mis gritos comenzaron y al pasar por segunda vez la sala noté un papel sobre la mesada vacía. Agitado me lancé a él y lo leí.

'Llama a este número cuando llegues
445******'

Frunci el ceño pensando si era una jodida broma. Tome el teléfono de la casa y marque inquieto y ansioso a que atendieran, lo cual ocurrió.

-¿Quien eres?- Pregunté molesto, mi garganta seca dolía y mi sangre hervía.

-¿Jungkook?- la voz femenina ignoró mi pregunta, mis ojos se abrieron por completo al suponer quien era.- Al fin puedo hablar contigo, no se como agradecerte por cuidar de mi pequeño.- el tono de malicia se traspasa a mi oído, empeorando mi rabia.

-¿Dónde mierda esta?- Pregunté escupiendo mi odio, apretando mis manos en forma de puño.

-No debes preocuparte, ya lo tendré en mis manos y podrás olvidarte de él.- Alardeó entre risas.

-¿Tu has estado enviándome los mensajes?- Pregunté caminando por toda la casa, observando los rincones.

-Claro que sí, eres astuto. Simplemente quiero advertirte  que no debes entrometerte.- sus palabras amenazantes en vez de provocarme temor me daba más rabia.

-¿Crees que te tengo miedo?- Respondi   de manera provocativa.

-No lo sé, pero mejor ten cuidado con tus palabras, no querrás arrepentirte. En fin, cuida tu espalda, el peligro corre junto las agujas del reloj.- la llamada se cortó, alejé el teléfono y lo apoyé sobre la mesa de la sala, mi cara debe de estar de color tomate por la furia que traía.

Pero el temor me gana al no saber donde está.  Ya mencionó que no está con ella, alguien entró y dejó el papel pero no se que habrá hecho con mi pequeño. Subi una vez más gritando su nombre, hasta que me di cuenta de que queda un lugar por inspeccionar. El ático, nunca lo utilicé pero no es un lugar para descartar, me apresuré lo mejor posible y abri la puerta que esta en el techo y así las escaleras bajaron, subi cuidadosamente sin poder ver, tomé mi celular y puse la linterna para observar mejor.

-¿Taehyung?- Pregunte temeroso, suplicando que este aquí, ya arriba escuche un movimiento brusco provocando que alumbre hacia el sonido, asustado. Pero ahí está, su boca encubierta con algo emitiendo balbuceos, sus manos atadas y su mirada húmeda y asustada. Mi corazón se aceleró al ver esa escena, tarde segundos para acercarme y desatarlo, quite la cinta adhesiva que tenía en su boca, su boca soltó jadeos y se abalanzó a mí apretujando mi cuerpo con mucho miedo.

-JJJung..kook- respiro agitado, con lágrimas en su rostro. -E-Esta aquí...aquí..- su abrazo se hizo cada vez más blando, alejándose y confundiendome. En segundos la luz del ático se encendió llevándome otro susto, volteé hacia el interruptor del foco, y una figura desconocida se encontraba ahí, sonriendo maliciosamente.

-¿Quien mierda eres?- tenia su rostro en cubierto, me puse frente a mi pequeño dándole la espalda para protegerlo.

-JJungkook... tiene un arma- mi sensor de peligro se hizo más frecuente, estoy indefenso y no se que hacer, el miedo corría por mi sangre. La persona se acercó de a poco sin decir nada, sacando por detrás su mano con una cuchilla, poniendo la situación grave.

El pequeño Tae....// vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora