☆CAPITULO 13☆

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Me llevo hasta su habitación entre sus brazos. Eso me gustaba de Jin, jamás dejaba de ser caballeroso y atento. Eso  me hacía sentir protegida y  amada.
Quedamos de pie frente a la ventana que se encontraba en su habitación. La luna iluminaba aquella habitación, y el aire se sentía bien. Era una atmósfera cálida. Jin camino hasta el baño y de  un estante  saco algunas de velas aromáticas de color  rosa. Las encendió y las coloco en los contados de la cama. Poco a poco empezó a desprenderse de ellas un aroma tan relajante y sensual, un aroma dulce y fresco.

—Este aroma es tan sensual... Lo sé. Relájate y disfruta. — Susurró en mi oído. Aun estaba de pie frente a mí, me dio la vuelta y colocando mi cabello a otro lado de mi cuello y hombro. Me beso lentamente y el  aroma lo hacía aun más sensual y placentero. Deslizo sus manos por todo mi cuerpo hasta llegar al cierre de mi vestido, sutilmente lo fue bajando. Introdujo su mano  por la abertura de mi vestido acariciando mi abdomen y cadera. Su mano  masajeaba mi  piel erizada. Mientras la otra  me tomaba del rostro para inclinar mi cabeza hacia atrás y así Jin tuviera acceso a la comisura de mis labios. Cada movimiento era lento y placentero y sus labios intensificaban más mi placer y excitación. Su mano fue bajando lentamente hasta llegar mi ropa interior—. Mmh… ¿Encaje? —Susurro sonriendo. Solo asentí con una sonrisa traviesa. Tengo que admitir que iba preparada para todo. Continúo  con su trabajo. Finalmente  hizo deslizar mi vestido por mi cuerpo dejándolo caer al  piso. Me giro quedando frente a él y  me miro— No me cansare de decirte que eres perfecta… — Mordió su labio inferior y sonrió de lado. Se acerco a mí y me beso.  Me hizo caminar en reversa, me subió a la cama y ahí empezó la lluvia de besos que cubría a mi cuerpo. Empezó  besando mis labios enseguida fue bajando hasta mi cuello mientras sus manos  quitaban mi  penúltima prenda intima. Se detuvo un momento para deshacerse de su  ropa y yo le ayude a desabrochar su pantalón. El hizo el resto. Ya estaba sin ropa alguna  el contacto de nuestras piel era realmente cómoda y excitante deseaba a Jin, lo deseaba como a nadie más…
Subió a mí, besando apasionadamente mis labios, bajando hasta mi cuello  envolviéndome en placer…, hasta ese momento un ligero placer. Me quito el sostén   besándome desesperadamente  el maravilloso aroma  que se desprendía de aquellas “velas aromáticas de color rosa”   hacia la experiencia a un más excitante y a la vez relajante.
—Jin… — Dije jadeante— Te extrañe tanto…
—Yo igual…, o mucho mas… —Respondió  suavemente. Me sujeto de la cintura y me hiso subir en él, rosando varias veces nuestras intimidades, provocando en mi   una sensación que me erizaba la piel y me derretía por dentro. Lo tome de las mejillas para así poder besarlo mientras  me sostenía aun de la cintura con la mano derecha, y con la izquierda acariciaba sutilmente mi pierna. Entro en mi y fue  casi inevitable no gemir entre aquel beso. Con el dentro de mí, giro para quedar encima mío, y así poder moverse y ser el, quien controlara el placer… Me había perdido entre aquella oscuridad con reflejos rojizos  por  la fulgurante luz que desprendía de las velas…, me había perdido entre el placer, no sabia quien era yo solo sabía que necesitaba algo… Jin…,  o lo que sea que él representaba para mí.  Jin se enderezo y me miro sonriente, triunfador…, como si él fuera el gran señor dueño de mí. Se apoyo de sus manos sobre  la cama mientras continuaba moviéndose lentamente, aumentando mi nivel de placer. Gemí.  Y solo podía sentir aquella sensación incomparable que me llevaba a enloquecer de  satisfacción. Un poco mas y me encontraría  en el punto máximo de regocijo. Aumento  la velocidad y con ello mis gemidos no se hicieron esperar, aunque intentaba callar hasta cierto punto lo logre pero era inevitable… ¿Cómo podía manifestar aquel placer sino con sonidos que emergían desde lo mas profundo de mi ser?  ¿Cómo lo haría, sino de esa forma? Jin continuo con lo suyo y yo solo cerraba los ojos intentando  guardarme un poco para mí. Bajo su rostro a mis labios y lentamente los beso me dio la respuesta que había buscado de esa manera podía callar.., con los besos de Jin. En un segundo mas ya estaba en mi máximo nivel de placer y satisfacción sublime, incline mi cabeza hacia atrás arqueando la espalda al sentir como  Jin dejo fluir dentro de mí aquella esencia que había  permanecido  con él. Cayo en mi cuerpo  agotado, lo abrace y  me puse  a su lado moviéndolo un poco ya que su peso aunque me llenaba de satisfacción me sofocaba.

MI PECADO FUE AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora