MI PECADO FUE AMARTE

CAPITULO 36(Final)

  Esa mañana Jin partió temprano como siempre; no volvería hasta la hora de la gran boda.
Me vestí y Salí a casa de mis padres, como siempre mi hermana me recibió. Le pedí que me acompañara esa tarde. No quería estar sola.
Estábamos en la oficina de mi padre, donde había pasado toda mi niñez jugando junto a mi hermana. Recordé que tenía un revolver en uno de sus cajones, con el cual jamás nos permitió jugar ¡con mucha razón! Pero ya era grande y podía hacer lo que quería... en un arrebato, impulso... o lo que fuere, lo tome metiéndolo en mi bolsa ¿un robo? No. un préstamo . Algo se sacudía dentro de mi bóveda craneal.

— ¿Estás bien? — Cuestiono mi hermana mientras me veía detalladamente cada acción que realizaba.
—Sí. Estoy bien —Respondí inexpresiva continuando con mi tarea de mirar el álbum familiar—. ¿Quisieras salir a tomar algo? —Pregunte. Mientras mi mente ideaba u plan.
—Claro... Te hará bien salir.
—Entonces sube a cambiarte —Ordene.
—Está bien no tardo...

Subió a su habitación para arreglarse y salir conmigo. Mientras tanto tome pluma y papel del escritorio de papa y comencé a redactar todo lo que en ese momento sentía.
Entonces recordé que tiempo atrás cuando tenía la edad de ocho años, mi madre me llevo al psicólogo porque era demasiada sombría y seria para mi edad. También recuerdo que en ese entonces tenía extrañas visiones y sueños que nunca nadie comprendo. Así la psicóloga me decía que todo lo que sintiera, molestara o acongojara, lo redactara en papel. Y después lo encendiera imaginando que mis miedos, malestares y pesares desaparecerían.
Sentía un nudo de emociones y sentimientos que no lograba ordenar, así que solo deje que la escritura fluyera. Redactando cosas que se me dificultaban demostrar o simplemente hablar y afrontar.

"Tengo tantas ganas de pedir perdón. Lo siento necesario, pero, mi orgullo no me lo permite.
Jin, por favor perdóname...
Lamento tanto que esto termine de esta manera tan ridícula. No entiendo cómo fue que llegue hasta aquí. No recuerdo que paso fue el que di, para que toda mi vida cambiara por completo. No pretendo culpar a nadie... No planee hacer sufrir a nadie, pero esto simplemente está terminando conmigo, me está consumiendo por dentro. Nunca creí que el final fuera así. No planee mi vida..., no planee enamorarme de él. Lo odio... ¡lo odio! Pero tan también lo amo y sé que lo amare por siempre...
Perdón Jin. Perdóname... no encuentro palabras correctas con las cuales referirme a ti. Tu lo fuiste todo... hay tantas cosas que lamento... lamento haber llegado tu vida y jamás haber apreciado lo que tú me diste. La vida contigo fue tan buena, hasta que llego él. Siento mucho decírtelo así, sin previo aviso, lo siento mucho no te culpare si me odias, si me odias por el resto de tu vida.
Me voy, y sé que lo hago arruinándote la vida, pero no encuentro otra solución..., una alterativa que solucione este problema que me tiene muriendo lentamente. Por favor dile a suga que es un idiota. Que trate y cuide bien de Hye Ra, que no le haga lo que me hizo a mí... Y que aun con el dolor que me causo, me hizo muy feliz. Ahora entiendo que todo tiene su fin. Que nada es por siempre... Perdón..."

¿Debía quemar esa hoja de papel?
Lo pensé. Lo pensé y mucho. Finalmente había tomado una decisión... me iría de sus vidas. Pero antes le dejaría un gran recuerdo a Suga. Uno, que jamás olvidaría.
Doble aquella hoja y la metí en un sobre blanco. Apunte la dirección de la casa del parque, y la guarde en mi bolsa.

—Estoy lista ¿nos vamos? —Dijo mi hermana.
—Vamos —Me puse de pie tomando mi bolso y Salí.
Subimos al auto y acelere hacia mi destino.
Después de haber escrito aquello que no podía demostrar. Mis sentimientos se habían alterado al 100% no sabía cómo externar aquel dolor sino podía llorar.
¿Cómo se desahogan las personas como yo?

— ¿A dónde vamos?
—Ah... Necesito un favor —Espete.
—Dime...
—Necesito que le des... —Metí mi mano en mi bolsa, para sacar el sobre con la carta dentro. Extendiéndola hacia mí hermana— esto a Jin. Él está en la empresa. Debes dárselo personalmente y enseguida volver a esta dirección. —Detuve el auto estacionándolo al frente de la empresa. Anote la dirección de donde me encontraría y se la di.
— ¿Para qué es todo esto? —Pregunto intrigada, mientras observaba el sobre y l dirección con extrañeza.
—No preguntes. Solo hazlo ¿sí?
—Está bien —Comento no tan convencida.
—Ahora ve que el tiempo se acaba.
Abrió la puerta del auto y bajo.
—Me debes una explicación ¿ok?
—Sí. Si... Ahora ve y no tardes por favor. ¡Asegúrate de que lo lea! —Grite mientras se alejaba.
Tome un poco de aire y volví arrancar el auto dirigiéndome a la casa en el parque. En todo momento me pregunte si estaba actuando bien, pero algo tenía claro "Yo ya no tenía nada que perder"