—Tengo que estar muy loca — murmure, cuando nos encontrábamos en camino hacia la recepción del hotel. "Suga eres el peligro y aun así me gusta" —pensé.
Nos llevaron hasta una de las mejores habitaciones del lugar. Entramos y debo admitir que me sentía nerviosa, emocionada y me encontraba oprimiendo todo lo que tuviera que ver con la realidad.
Era una habitación amplia, con una ventana al oeste de la habitación —con vista a la ciudad—. Tenía un gran cama con sabanas rojas y almohadas del mismo color. Había un balcón privado donde se encontraba el jacuzzi, las paredes y decoración así como los muebles eran color rojo pasión, con algunos detalles en blanco. En la mesa de noche había un cajita con un moño blanco y dentro de ella un regalo del hotel... condones de sabores "fresa pasión, uva emoción, mango sensación y natural sofisticado... ¡vaya regalo!
Comenzaba a incrementara el nivel de nerviosismo en mi. Quería salir corriendo de ese extraño y exótico lugar.—Me siento como en un mundo de San Valentín —Musite merodeando por el lugar— creo que prefiero el árbol
Era un sitio en verdad raro, ¿quién en su sano juicio querría visitar un lugar así? Era perfecto para llevar a cabo un carnaval.
— ¿En serio? —Dijo Suga, parecía extrañado por mi respuesta y reacción ante el sitio—. A mí me parece... Lindo
—¿¿Lindo?? —Me volví hacia él. Me sujeto y me atrajo hacia su cuerpo. Su mirada era fija y mostraba a un Suga sensual y provocador. Frunció los labios.—Cualquier lugar me parece perfecto, si estoy contigo
—Ohh... ¿Enserio? —dije incrédula— hasta... ¿un panteón?
—Mmh.... yo creo que tu mente esta algo retorcida. Pero no me caería mal un picnic sobre una tumba
—Todo es mejor que esto...Era un lugar extravagante, me llenaba de miedo... de ese miedo que repudias. No podía evitar la sola idea de imaginar que debajo de aquella cama saldría un payaso con globos en la mano dispuesto a ofrecernos un masaje por parte del grandioso hotel ¡era horrible! La decoración, los muebles..., el aroma que desprendía de la habitación era tan dulce que me mareaba y hacia que me doliera la cabeza. Aunque en todo momento intente ignorar esos pequeños detalles, ya a esas alturas no sabía lo que estaba haciendo.
Solo me quedaba una cosa por hacer..., dejarme llevar por mis impulsos e instintos.
No tenía una consciencia desarrollada como la gente común, pero estar ahí, —aunque suga me había dicho que no pasaría nada entre nosotros si yo no quería—, con tan solo tenerlo cerca, podía saber que no resistiría ni un momento mas y en cualquier instante estaría desnudándolo sobre la cama, el piso o contra la pared. Algo..., algo sucedería esa noche, algo que seguramente cambiaría nuestras vidas por completo.— ¿Entonces quieres irte? —pregunto Suga, manteniéndome entre sus brazos.
—Por primera vez en mi vida siento una sensación extraña retorciéndose dentro de mí.
— ¿Culpa?
—No se... —lo abrace estallando de enojo conmigo misma.
—Tranquila, —susurro abrazándome con fervor— no te culpo... si te quieres ir, nos debemos ir.
Lo mire.
—Gracias... —Me estire un poco para alcanzar sus labios y besarlos.Un beso de él era el pase a la suite presidencial de mis mas oscuros deseos pasionales. Un beso de el era el botón que encendía de una manera voraz mi corazón. Su lengua me enloquecía con tan solo unos cuantos roces, y la manera en la que mis labios eran devorados por los suyos me hacia experimentar, un placer sublime y delirante. Sus manos resbalaron por mis piernas hasta llegar a mis muslos...
Tal vez recordó que le había pedido irnos y se detuvo:—Perdón... —Susurro contra mis labios. Pero para ese entonces, ya era demasiado tarde..., ya lo necesitaba y no podía reflexionar en lo absoluto—. Yo no quería...
—Shh... —lo silencie— Ya no me importa... Solo hazlo, porque te necesito...
ESTÁS LEYENDO
MI PECADO FUE AMARTE
Teen FictionUna mujer... un hombre; la "pareja perfecta" Una mujer un hombre... "unidos por el pecado" Krystal una joven estudiante novia de Jin un hombre maravilloso capaz de poner el mundo a sus pies. Una relación llena de pasiones, amor, unión...