CAPITULO 29

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  —Su-Suga... —Balbucee
Sujeto mi mano y jalo de ella para sacarme del agua. Me sujeto de la cintura acercándome a su cuerpo, recibiéndome con un beso. Pude sentir mi piso moverse... Me sentía tan idiota...

— ¿Qué haces aquí? —Murmure.
—Volví por ti
— ¿Y cómo supiste que estaba aquí?
Se hundió de hombros — Lo supuse...
—Y ¿Hye Ra?
—Shh...
Me silencio con un extenso beso.
—Te extrañe idiota.
—Oh, eso me alegra...
—Es enserio.
—No creo que tanto como yo te extrañe. Tan solo un mes, de los cuatro años. No pude sobrevivir sin ti ni un día más.
Lo abrace.
—Tn__ no puedo estar sin ti...
—Yo tampoco.
Se quito la sudadera y me cubrió con ella, llevándome entre sus brazos hacia la casa.

— ¿Haz comido? —Pregunto.
—No.
—Prepare algo, quédate aquí — Se sentó sobre la cama junto a mi— Te veo cansada —Acaricio mi rostro, sujetando mi barbilla dándome un delicado beso en los labios.
—Estoy bien, pero, me gustaría pasar más tiempo contigo. Te puedo ayudar a cocinar, o puedes quedarte un poco más de tiempo a mi lado...
Me miro e inmediatamente me sujeto de la mano con una sonrisa sutil.
—Está bien. La verdad no quisiera desperdiciar ni un segundo a tu lado... —Murmuro acercándose más para besarme con más pasión.
Subió a cuclillas a la cama atraído por mis manos que lo sujetaron del rostro. Yo únicamente vestía con la sudadera de él, se deshizo de ella, me tomo de la cintura y me hizo subir en él. Mis piernas estaban doblabas en sus costados. Mientras lo besaba y acariciaba, nuestras lenguas jugueteaban y sus manos se deslizaban por mi espalda baja y piernas, encendiendo poco a poco, la llama que no encendía desde hace más de un mes. Mis manos bajaron hasta la hebilla de su cinturón desabrochándolo. Baje de él, colocándome hasta sus pies jalando su pantalón para sacarlo, mientras él, se deshacía de su camisa, lanzándola a algún lugar de la habitación. Era mi turno de gatear hacia él, cayendo sobre su cuerpo suave y desnudo. Acaricie cada parte de su escultural ser, guardando en mi memoria cada detalle y sensación. Me giro cayendo encima de mí, sacando mi sostén con sus suaves manos. Posiciono sus piernas en mis costados dejándome en medio de él. Se inclino acariciando mi dorso ya desnudo, y sosteniendo en sus labios mi labio inferior. Después de aquel ardiente gesto, me beso con suavidad bajando hasta mis pechos tirando suavemente de mi pezón, haciéndome gemir de placer. Mi piel estaba completamente erizada y mi estomago se contraía, necesitándolo pronto dentro de mí. Bajo sus labios hasta mi abdomen haciéndolo comprimirse con el contacto de sus labios. Bajo mi última prenda interior. . .

— ¡Ahh! —Gemí al sentir el roce de sus labios— Pronto... Suga... —Murmure con dificultad.
— ¿Lista tan pronto? —Susurro jalando mis pies. Doblo mis piernas, se coloco en medio de ellas, quitándose por ultimo su bóxer.
Se inclino hacia mí dejándose caer sobre la cama, apoyándose sobre sus codos. Con su mano aparto el cabello de mi rostro, me beso, explorando cada parte de mi boca con su lengua y enseguida lamer mis labios con erotismo, distrayéndome un poco y así introducirse dentro de mi haciéndome gemir entre el beso.
Los movimientos se intensificaron y hacia garras sobre la sabana de la cama, gimiendo con cada golpe de placer que él me daba. Dejándome al borde del límite... Llegando al punto máximo olvidándonos completamente de la protección...

***
—Come antes de irnos... —Ordeno dulcemente mientras acercaba un trozo de carne a mi boca.
—No... Ya no quiero... —Murmure evitando seguir siendo alimentada por Suga.
—Bueno. Está bien. —Se rindió regresando la carne al plato. Lo observe y por primera vez en mi vida me sentía como una niña, la cual era protegida, por un hombre al cual le daba todo el poder y autoridad sobre mí.
—Lo intente... —Pensé en voz alta
— ¿Intentaste qué? —Pregunto extrañado acariciando mi hombro por detrás de mi espalda.
—... Olvidarte..., alejarme de ti. —Agregue.
Suspiro y seguramente pensó, debido a la expresión de su rostro.
—Antes de poder intentarlo... —Dijo en un tono suave y bajo— yo sabía que no podría alejarme de ti tan fácilmente... Pero aun así lo intente, ¿y sabes qué? —Murmuro mientras me miraba y acariciaba el rostro con delicadeza— No lo logre... Porque desde hoy, caminaremos juntos de la mano hacia nuestro destino. No me importa si esto es un pecado, mientras estés a mi lado cualquier castigo será bien recibido y todo habrá valido la pena.
Me beso lentamente saboreando con detalle aquellos labios que me prometí jamás volver a besar.
Ya no estaba en mí, yo ya había hecho todo lo posible por olvidarme de él. Pero eso era más fuerte..., que la tenaz Tn__ ¿Qué sería de nosotros? En el fondo sabía que no duraríamos por siempre en esa relación clandestina.

MI PECADO FUE AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora