— ¿PUEDEN FALTAR HOY A SUS CASAS?
— ¿PARA QUÉ?
—PARA DROGARNOS.
Acomodo la mejilla en mi mano izquierda. ¿Por qué daban la historia de Rusia en la universidad? ¿Acaso no fue suficiente con impartir esa materia en todos los niveles educativos que pasamos? ¿Por qué tengo un profesor que parece como si en cualquier momento va sacar un arma y matarnos a todos?
Y justo con él voy mal. Qué maravilla la vida, ¿verdad?
El salón está en silencio, los alumnos esperando las notas de los trabajos que recién entregamos al facilitador; porque sí, él decidió revisar los trabajos y entregar notas de una vez.
La materia es pesada, clase que tenga la palabra "historia" me daba sueño; por eso, tengo el presentimiento de que rasparé. Si la materia es tediosa, el facilitador peor: él no tiene una metodología para hacer las clases menos fastidiosas, al contrario, como un robot daba todo al pie de la letra como sale en los libros y sus gritos, puedo apostar, se escuchaban en toda la institución.
Un suspiro cansado sale de mis orificios nasales. Pasé todo el domingo haciendo ese bendito trabajo, con un dolor matador de cabeza, con los ojos irritados por no darles casi nada de descanso y con un humor de perros. Zoa no paró de enviarme mensajes para que le diera orientación; no obstante, ¿Qué orientación se le puede dar a alguien, cuando se estaba más perdido que esa persona?
En las horas de clases del profesor, mi cuerpo mantuvo posición de interés, pero mi mente tuvo posición de todo, menos de atención; pensaba cosas que no tenían importancia justo cuando estaba en esa asignatura.
Voy a repetir el semestre.
Es un hecho.
Estoy segura que todo lo que escribí en ese trabajo fueron puras tonterías, nada que ver con lo que el profesor transmitió a lo largo del semestre.
Estoy jodida. La matrícula se iría para la mierda.
Quiero voltear para mirar a Zoa, pero si alguien se movía el profesor pegaba un grito; y no gracias, no quiero que nadie me grite en esos momentos tan angustiantes.
Que esté en la etapa más avanzada en cuanto a sistema educativo del país no quiere decir que los facilitadores sean menos estrictos; es todo lo opuesto: exigen más, meten más presión para que los alumnos de la institución académica salieran lo mejor preparados de allí. Y eso era excelente hasta cierto punto, ya que, en ocasiones fundaban tanto estrés que querías tomar la decisión de lanzarte por una ventana. Si así es en las universidades civiles, no quiero ni imaginar cómo son las instituciones académicas militares.
Miro al profesor: su cabello pulcramente peinado, su vestimenta sin arrugas, el lapicero entre su mano derecha se mueve cuando es necesario, negaba con la cabeza y asentía de vez en cuando, y eso hace que quiera sentarme a su lado y ver qué trabajo está revisando.
Siento la silla incómoda por la ansiedad que comienza a crecer en mi interior. Nadie hablaba, todo el ambiente ahogado en incertidumbre.
¿El profesor no siente inquietud por tener todas las miradas en ese espacio puestas en él? Su semblante está relajado, se ve tan tranquilo, como si está a solas en su casa.
Un tic comienza a mover mi pie, subiendo y bajando mi pierna. La zozobra está abriéndose paso por todos los nervios de mi cuerpo. Si no fuera por el aire acondicionado del salón, mi cuerpo estaría sudando como puerco en horno.
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The Perfect Combination. (EDITANDO)
ActionEn alguna parte de Rusia habitan un grupo de chicos un tanto peculiares: adictos a las fiestas, drogas y sexo; viven cada día al máximo a la vez que muestran una vida universitaria bastante normal. Para Anabelle, su urbanización de residencia no es...