Capítulo 25.

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—INTENTEMOS ALGO.





El vaivén me tiene agotada. Mi mejilla roza constantemente la suave sábana debajo de mí.

Me he desmayado un par de veces, y siempre cuando mi consciencia vuelve a llegar, tengo a un chico encima de mí en diferente posición.

Toman mis hombros para darme vuelta y enseguida un par de labios suaves presionan los míos.

Mi ceño está ligeramente fruncido y el sudor empapa mi cuerpo. Dejo salir un gemido cuando el chico pálido con estructura mucho más grande que la mía se aleja.

—Por favor... —Mi súplica se deja escuchar— Por favor, paren...

Mis labios palpitan, hinchados y con rastros de sangre por lo bruscos que son cuando me besan. Pequeñas secciones de mi cuerpo arden y duelen por los chupetones y mordidas hechas con fuerza en varias partes de mi cuerpo.

Me cambian de posición, colocándome encima del cuerpo de uno de los chicos. Quedo boca arriba, mirando un par de ojos grises. Un brazo fuerte envuelve mi cintura, y una mano encierra mi cuello sin causarme daño pero con firmeza.

—Lubrícala —Manda la voz grave debajo de mí.

Olexei vierte una cantidad de lubricante en mi parte íntima. El líquido sigue su camino hasta mi culo. Un dedo de Ivanov frota mi hinchada abertura antes de ingresar en ella.

Mi respiración son jadeos. Cierro los ojos con fuerza.

¿Cuándo esto va a terminar?

Olexei inserta uno de sus dedos en mi vagina. 

Qué incomodidad. Todo mi cuerpo se estremece por tan irritado que se encuentra.

Me estimulan por ambos agujeros un par de veces. Ivanov saca su dedo y es sustituido por su grueso glande posicionándose en la entrada de mi ano.

Quiero hablar; pero ¿de qué serviría suplicarles?

He estado rogándoles desde hace horas y es como si estuvieran cogiéndose a una muñeca inflable.

No me escuchan. No me hacen el mínimo caso. No les importa cuánto me están quebrando. Ni cuánto he llorado gritándoles que se detengan.

Mis ojos se amplían cuando poco a poco el pene de Ivanov va ingresando en mi culo. A cada centímetro siento como si me estuviera desgarrando y nuevas lágrimas caen por las esquinas de mis ojos.

Los besos de él recorren mi oreja izquierda y el lateral de mi cuello. Mis jadeos se escuchan más pronunciados por el gran martirio.

El dedo de Olexei se aleja para ser reemplazado por su glande. Toma mis piernas y las alza, dejándolas dobladas a cada lado de mi cuerpo. Ingresa en mí al igual que Ivanov; poco a poco.

Mis manos toman con fuerza el brazo de Ivanov en mi cintura. Siento el rostro demasiado caliente. Tengo que cerrar los ojos porque todo se torna borroso de nuevo y no quiero volver a desmayarme.

—Me voy a desmayar... —Susurro en un quejido— Ah...

Comienzan a moverse al mismo tiempo. Ivanov cambia su mano en mi cuello por su brazo completo, rodeándome para tenerme sin posibilidad de moverme. Las manos de Olexei sujetan firmemente mis piernas.

Me voy a volver loca. ¿Cómo puedo salir de esto? ¿Cómo puede ser que tengan tanta capacidad de aguante estos dos hijos de putas?

Quiero alzar mi cabeza para ver cómo se encuentran mis partes íntimas. No obstante, ese brazo rodeando mi cuello, no me lo permite.

The Perfect Combination. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora