IMPULSOS CEREBRALES
Escucho unos cuchicheos en el mismo lugar donde me encuentro. No entiendo nada de lo que están hablando porque articulan las palabras demasiado bajito; sin embargo, en el tono en que las sueltan me deja saber que debe ser importante, ya que, los susurros se escuchan alterados.
Abro los ojos y paseo la mirada por lo que parece ser una habitación. Estoy acostada en una cama y los ventanales dejan entrar la luz a mis espaldas. Las personas hablando detrás de mí no se han percatado que recuperé la consciencia, ya que, no detienen su conversación.
Quiero escuchar, quiero saber lo que están hablando; así que me mantengo en la misma posición, simulando que aún estoy dormida. No obstante, una presencia moviéndose en una esquina alejada de la cama hace que mi cabeza se baje en un impulso por saber qué fue lo que se movió.
Pero no fue qué, sino quién.
—Despertó.
Y con esa palabra se esfuma mi intención de escuchar la conversación en el otro lado de la habitación.
Maksi me observa con el ceño fruncido, como regañándome con eso; pero le hago caso.
Coloco mi cuerpo boca arriba y enseguida siento dolor en toda mi estructura. Parpadeo un par de veces mirando el techo y paso la lengua por mis labios. Cierro los ojos con arrepentimiento, recordando a la perfección qué coño pasó en la fiestecita privada de la mierda.
Después de que lograran meterme la pastilla en mi sistema, ellos sólo se detuvieron cuando la jarra de agua estuvo por completo vacía. Olexei se levantó de mi cuerpo mientras Ivanov se quedó en su posición, observándome con atención. Y no supe sí a los segundos o minutos, por causa de la asfixia o de la pastilla; comencé a sentirme adormecida, mis ojos se cerraron con lentitud borrando el rostro masculino de Ivanov y mi consciencia se desvaneció.
También recuerdo a esa chica tentando mis nervios y faltándome el respeto. ¿Me arrepiento de casi haber desfigurado su bonito rostro? Por supuesto que no, por descarada. ¿Cómo pudo preguntarme que si me acuesto con todos a la vez? ¿Es idiota?
De lo que sí me arrepiento es de perder los estribos. Con el primer golpe que le propiné pudo haber sido suficiente, pero mi mente no pensó así, ella me empujó al punto de querer matar a la muchacha.
Sacudo mi cabeza y me obligo a mirar hacia donde escuché los cuchicheos.
Mis ojos dan con las personas que intentaron asfixiarme. Están con unos monos deportivos, tienen el cabello revuelto y sus pies descalzos. Mi cabeza actúa para mirar a Maksi y me percato que también viste como es común andar en casa.
¿Dormí durante lo que había restado de fiesta?
— ¿Cómo te sientes? —Me pregunta Ivanov.
—Como la mierda, muchas gracias —Respondo sin titubear.
Me levanto con un esfuerzo rápido de la cama y quedo sentada. Tengo la misma ropa de la reunión y lo único diferente es que mis pies no tienen calzados. Cierro los ojos y respiro con pesadez cuando ese dolor en mi torso se intensifica. Me obligo a arrastrarme sobre las sábanas de la cama para quedar en una esquina y a continuación me levanto por completo del colchón. Mis pies tocan la cerámica fría y me doy cuenta que estoy en la habitación donde tuve sexo con Olexei.
— ¿Por qué no me llevaron con Zoa? —Pregunto.
Espero respuesta unos segundos, pero no llega.
Un pensamiento llega a mi cabeza y no dudo en soltarlo con mofa:
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The Perfect Combination. (EDITANDO)
ActionEn alguna parte de Rusia habitan un grupo de chicos un tanto peculiares: adictos a las fiestas, drogas y sexo; viven cada día al máximo a la vez que muestran una vida universitaria bastante normal. Para Anabelle, su urbanización de residencia no es...