The Perfect Combination. (EDITANDO)

Capítulo 20.

SEGUNDO SECRETO REVELADO:

NATURALEZA IMPUESTA.

OLEXEI.

Mi mente no está bien.

No soy el único que está jodido. Sin embargo, soy uno de lo que más tiene trastornos.

Quisiera poder controlarlos. Controlar los impulsos y poder ser una persona normal.

Quisiera poder no tener ese insaciable apetito de destrozar vidas.

Pero no puedo. Es tan difícil para mí intentar controlar mi mente que con tan solo hacer el intento, me vuelvo más inestable.

Por eso, simplemente me dejo ser. Si satisfaciendo todo lo que mi mente me ordena, puedo estar mejor que reteniendo los impulsos; entonces, le daré todo lo que ella quiera.

Porque cansa, duele y enloquece el hecho de ocultar lo que realmente se desea hacer.

Lo que mis impulsos quiere, también lo quiero.

Y quiero matar.

Lo deseo tanto que me vuelve loco.

No importa a quién ni cómo lo hago.

Es parecido al deseo intenso que te llega cuando tienes hambre o cuando quieres ir al baño. Esos deseos no paran, ni cesan, hasta que los satisfaces. Hasta que sueltas la mierda o comes una buena comida.

Mis ojos están fijos, sin distracción alguna, en la mujer de cabellos negros en mi cama.

Llena de moretones, cortes, vendajes llenos de sangre y huesos rotos.

¿Cómo pudo sobrevivir a eso? Ni idea.

Pero allí está; llenando mis sábanas de sudor y sangre.

Está en tal mal estado que es increíble cómo está aferrada a la vida.

¿Debería... simplemente...?

Miro hacia una gaveta del armario empotrado.

Y me decido.

Me levanto de la cama y voy hacia ella. La despliego y saco la herramienta.

Camino hacia la cama. Ella sigue con los ojos cerrados, relajados; como si nada está pasando en el mundo. Su cabeza reposa tranquila en las almohadas cubiertas de tela blanca.

Tenso el martillo en mis manos a la vez que miro hacia la puerta. Está cerrada y tengo la sensación de que nadie vendrá en un buen tiempo.

Vuelvo la vista hacia sus ojos relajados. Y mi corazón retumba con fuerza.

Sus ojos grises, están fijos en los míos.

¿En qué momento...?

- ¿Estás despierta?

Su respuesta es el coraje del levantamiento de una ceja.

-Estás despierta.

Cubierta de sudor y mugre. Su respiración pasó de ser tranquila a rápida. Y su transpiración comienza a hacerse notar mucho más.