Capítulo 27

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Como era de esperarse, Sophia suelta un pequeño grito haciendo que todos expresemos una mueca de desagrado. Maldice por lo bajo y se retira sin nada más que decir. Siento las miradas curiosas de mis compañeros puestas en mí y me limito a mirar a un punto fijo intentando mostrar mi incomodidad a esta situación muy inesperada.

-¡Empezamos ahora mismo!

El corazón se me acelera de imaginarme estar lo suficientemente cerca de él bailando algo candente, eso y sin mencionar la reacción que tendrá Daniel Zellers.

-¿Estáis bien, Neriam? Te ves algo... ¿pálida?

-¿Y-Yo?

-No creo que haya otra persona llamada Neriam.

-Estoy bien, Tate, son los nervios. Es todo -me encogí de hombros y cambié el tema rápidamente-. ¿Está bien si bailas con la reina del drama?

-Creí que esa era Alice, pero sí, por mí está bien. A ti te deseo suerte, tan bien que te llevas con el profesor -dice en tono de burla y reí por lo bajo.

«No tienes idea...»

Luego de un ensayo algo tenso, pues Sophia se rehusó a bailar con Diego casi por media hora, hasta que Michael le dijo algo que nadie oyó haciendo que el semblante de la rubia cambiara y sí, debía admitir que no me agradó para nada esa mirada que le muestra ella segundos después.

Trato de ocultar mi enojo hacia Michael mientras nuestros cuerpos chocan al ritmo de la canción, evitando su mirada tan penetrante cómo siempre y el olor que desprende con naturalidad, y uno que otro toqueteo por más que me haya mostrado sorpresa en aquellas acciones.

Cuando finaliza el ensayo, salí disparada hacia mi habitación sintiendo una sensación extraña. Quizá sea el hecho de que Michael sí pueda hablar con Sophia y, prácticamente, a mí me prohiba mantener charla con Daniel. Es decir, ¿quién se cree? ¿Mi padre? Ha decir verdad, papá también me prohibió hablar con Daniel... Pero mierda, no quita el hecho de que me enoje, y mucho.

Empiezo a empacar lo necesario para el viaje sólo teniendo una hora ignorando el sonido de mensajes de texto de Michael entrantes y el cuestionario de Alice por la cara de mierda que tengo, tenía tantas ganas de gritarle que sí, ¡estaba celosa! ¡Muy celosa!

•••

-¿Ya estamos todos? -Le pregunta el director Monroe a Michael y éste asiente sin despejar su mirada de mí.

El pequeño bullicio que nos rodea camufla cualquier tipo de malentendido ante su mirada llena de preocupación y algo de recelo al ver que mantenía mi atención a mi móvil ignorando por completo sus mensajes.

-¿Puedes cambiar de cara? O al menos decirme qué mierda pasó ahora -me susurra Alice, atrayendo la atención de Diego.

-¿Pasa algo malo?

-¡No pasa nada! -Grito con desesperación. Todos me miran y sólo ingreso al avión sin decir nada.

Odio a Sophia. La odio a ella y a su maldita manera de arruinar mi día.

Todos abordan el avión y se empiezan a posicionar en sus respectivos asientos. Alice se sienta a mi lado derecho y diego a mi lado izquierdo quedando yo en el medio. Visualizo como la última en ingresar es Sophia y detrás de ella venía Michael.

«A la mierda; ambos se pueden ir a la mierda».

-Creo que ya entendí. -Me susurra Alice. Suelto un bufido molesto y Diego prefiere no opinar por lo confundido que está.

Haces bien, amigo.

Seguimos todas las indicaciones antes de despejar y lo último que hago antes de dormirme es enviarle un mensaje a mamá.

Lo Inalcanzable » m.j (#LI1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora