Lo Inalcanzable » m.j (#LI1)

Capítulo 26

Michael Jackson. Es el onceavo mensaje que te envío. ¡Me has ignorado todo un día!, ¿quieres por favor responderme?

Suelto un suspiro lleno de pesadez y paso a guardar mi móvil al escuchar el silbato del profesor O'Donell, dándonos a entender que la clase ya había iniciado.

-¿Nada? -Pregunta Alice refiriéndose a que si obtuve respuestas.

Niego cabizbaja. Es increíble la madurez de ese hombre.

-Ya lo hará, lo tiene que hacer. Estoy segura que antes de éste sábado estarán igual que siempre, ¡o mejor! Deja tus nervios descansar por un día, Dios. ¡Todo estará bien, mujer! -Grita la rubia llena de entusiasmo haciéndome reír.

Supongo que tiene razón; Michael no puede estar enojado toda la vida... y menos por eso.

-¡A darle! -Me levanto de las gradas mientras Alice da un pequeño aplauso.

Un poco más animada me encamino junto a Alice hacia los demás, lista para dar veinte vueltas por toda la cancha...

Al menos estoy insistiéndole. Eso es bueno, ¿no? ¿Quién es la niña ahora?

•••

Luego de una larga ducha, me alisto para ir a cenar fuera con Alice, Zac, Diego y Daniel como muestra de paz, pues mi querido amigo Tate aún no entendía cómo es que de un día para otro todos actuamos cómo si nada hubiese pasado, claro, descartando el que ya no estemos juntos. Por otro lado, Michael seguía ignorándome y ya no sabía qué más hacer... O sí, después de la cena iré a hablar con él para aclarar ciertos puntos importantes si queremos seguir con lo que sea que tengamos.

-Entonces... ¿habéis vuelto? -Cuestiona Diego confundido y a la vez incrédulo.

-No.

-Sí -responde Daniel al mismo segundo. Me mira decepcionado después de oír mi repuesta.

«Lo que faltaba».

-Decidimos quedar como amigos, es mejor así.

-Para ti -dice el castaño en tono de reproche y lo fulmino con la mirada-. Sí, sí, es mejor así.

Pude ver cómo Zac se relajaba al fin pues Daniel estaba tomando todo ésto con tranquilidad, había aceptado mi repentina y entendible decisión.

-Si estáis mejor así -dice Diego al encogerse de hombros-, creo que nos ahorramos problemas entre nosotros.

-Apoyo eso.

-Quiero aclarar una cosa -todos le prestamos atención a Daniel-, el hecho de que Neriam prefiera que seamos amigos no quiere decir que yo piense igual.

No oculto mi confusión cuando digo-: ¿A... A qué te refieres?

-Que no estoy dispuesto a perder. No otra vez.

-Créeme cuando te digo que no intentes nada más -dice Alice cerca a la locura.

-¡Créanme cuando les digo que tengo hambre! -Chillo, y me percato que Zac es el único que está comiendo la pizza.