Capítulo 36

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(...)

No sabía cómo debía reaccionar. Michael... estaba comprometido... su comprometida tenía cáncer y se suicidó por eso... Si lo pensaba con detenimiento, ahora hay cosas que cobran sentido. La sobre-protección, los celos descontrolados, las discusiones... Siempre pensé que exageraba, aunque en parte es verdad, pero en parte no, Michael sólo seguía en un trance del pasado. De un pasado que le ha costado superar, por lo visto. Aquella situación me hizo recordar a Luke Benson, tenían alguna semejanza y por ello, sabía que Michael no lo había pasado nada bien hasta me atrevo a decir que sufrió más que yo y que aún lo hace.

—No puedes decirle que te lo conté, lo que menos quiere es que estés a su lado por pena y-

—Lo amo —solté sin más tomándola por sorpresa—, de verdad, sé que no podría estar sin él. Sé y entiendo lo que ha pasado todo este tiempo... —negué con la cabeza repetidas veces, ahogando el llanto que se venía dentro de mí al recordar los días, las noches en las que no pude dormir. Las pesadillas atormentándome aún teniendo los ojos abiertos mientras miraba a la nada.

Quizá estoy comparando o igualando los casos, pero en si estoy segura que Michael se llevó la peor parte de los dos. Janet me mira expectante, queriendo descifrar si lo que decía era verdad. Cuando lo comprueba, sonríe.

—Cuenten conmigo para lo que necesiten y... Sea lo que sea que diga mi padre, ignóralo. Créeme cuando te digo que no vale la pena ni escuchar lo que sale de su boca —aconseja inexpresiva y tan malditamente seria, tanto que puedo jurar que hasta hay temor en su tono de voz.

Asiento, ya que no puedo pronunciar palabra dando por terminada esta charla. O eso pensaba...

Janet y yo, ambas con caras preocupantes regresamos a la sala de estar y me percaté que no éramos lo únicas en ese estado. Michael no estaba aquí. La señora Katherine ocultaba parte de su cara con una mano en su frente teniendo los ojos cerrados. Tito tenía su espalda reposada en la pared. Nina hablaba con Matt en voz baja y, Isaac antes de acercarse a nosotras mantenía la mirada perdida.

El momento más incómodo de mi vida.

—Él... Siempre ha sido así, tú tranqui-

—No es necesario, Isaac, ya le hablé sobre Joseph y estoy segura que Michael también —Janet lo corta a lo que él me mira y asiente.

Yo fruncí el ceño confundida—: La verdad es que Michael sí me habló de su padre pe-

Mi intento de hacerles saber sobre lo poco que sabía, y al parecer mentira, del papá de Michael fue interrumpido por unos pasos apresurados. Todos alarmados miramos el umbral y segundos después Michael aparece con un rostro pálido y los puños cerrados. Se detiene y le echa un vistazo a sus parientes para luego mirarme a mí.

—Nos vamos. Ahora —sentencia sin balbucear. Prácticamente corre hacia a mí y enrolla su mano en mi muñeca—. Me alegró verlos, en serio. Mamá, te llamaré luego, lo prometo. No te preocupes por nada porque todo está bien —besa su mejilla con rapidez y luego la de Janet aún manteniendo su agarre sobre mí.

Pero, ¿por qué tanto apuro? Mi rostro debe ser un gran poema para todos, estoy segura. No alcanzo a despedirme como corresponde ya que soy, literalmente, arrastrada por los pasillos hasta la puerta principal.

—Michael, ¿qué está pasando? —Miro hacia atrás un segundo y no obtengo respuesta—. Michael, respón-

¡Michael Jackson, vuelve aquí! —Se oye un grito desgarrador. Siento el cuerpo de Michael tensarse pero no detiene su camino—. ¡Más te vale que me hagas caso, chiquillo! ¡Esta estupidez te va a arruinar, acuérdate de mis palabras y olvídate que soy tu padre! ¿¡Me oyes!?

Lo Inalcanzable » m.j (#LI1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora