Capítulo 27

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—¿Erik?

—¿Annelise?

Ambos no podían creerse estarse viendo frente a frente, tras unos instantes Erik se aclaró la garganta para dirigirle alguna palabra—. Ti... tiempo si vernos —dijo evitando mirarla a la cara.

—Si... —ninguno conseguía mirarse directamente a la cara, incluso encontrar palabras estaba resultando algo imposible, repentinamente un fuerte estallido resonó haciendo a todos alterarse.

—Sisuca debemos llevar a un lugar seguro, como sigamos más tiempo aquí, Yukiya nos encontrara.

Rápidamente todos comenzaron a moverse, un fuerte aullido se escuchó llamando la atención de Annelise quien corrió en dirección del pueblo ignorando los gritos de todos, Brais y Erik la siguieron mientras Sisuca y Xavier se alejaban junto a los sobrevivientes.

Cuando llegaron al pueblo este había sido consumido por llamas las cuales entre ellas mismas habían sido consumidas, caminando entre las casas quemados Yukiya parecía buscar algo.

—¡YUKIYA! —exclamo Annelise llamando su atención, él la miro fijamente mientras lentamente se le aproximaba, Erik viendo la escena noto algo raro en la expresión de Yukiya adoptando su forma de puma abalanzándose sobre él ocasionando que Annelise resultara con un pequeño araño en su mejilla a causa de las garras de Yukiya.

—¡Mamá! —grito Brais preocupado por su madre—. ¿Estás bien?

Erik tras lograr salvar a Annelise se dirigió a Yukiya—. ¿Yukiya que te ocurre?, ¡¿Por qué atacas a la mujer que amas?!

—¿De qué me hablas? —inquirió Yukiya divertido—. Esa es la mujer de mi yo débil, yo no necesito a nadie, solo necesito cumplir lo que un débil corazón no sería capaz de hacer, destruir todo cuanto solo sufrimiento me ha dado.

—¡Mientes, Yukiya jamás haría algo así, él sería incapaz de matar!

—¿Acaso has olvidado cuando mato a sus padres?, o, ¿A los de Xavier?

Viendo lo abatida que su madre se veía de golpe junto valor para encarar a quien fura que estuviera haciéndose pasar por su padre—. De... devuel... ¡Devuelve mente a mi padre!

Yukiya se aproximó a Brais quien sentía un gran miedo recorrerlo, pero logro mantenerse firme—. Lamento decirte esto, pero él no va a volver —dijo consiguiendo que le menor lo mirara confundido—. Él se ha sumido en un gran sueño, lucho bien para ser solo un cobarde.

—¡MIENTES! —reclamo con más fuerza—. ¡Mi padre no es un cobarde, el prometió jamás abandonarnos, mi padre siempre ha cumplido sus promesas! —Brais no dudaba, confiaba en que la persona a quien tanto admiraba seguía ahí—. ¡Papá sé que sé que puedes oírme, no dejes que alguien malo te utilice, prometiste que siempre nos protegerías, si te vas, ¿Quién protegerá a mamá y a nuestro nuevo hermano?!

Justo cuando Yukiya se abalanzo sobre Brais con toda la intención de herirlo pareció haber un problema pues comenzó a mover su cabeza de un lado a otro golpeándose contra lo que pudiera, aprovechándose de la distracción Erik se montó a Annelise y Brais llevándolos devuelta al bosque.

—Eso estuvo cerca —comento una vez volvió a su forma humana recargándose contra el tronco de un árbol, sin darse cuenta habían llegado a aquel campo floral donde descansaban viejas y bellas memorias de Annelise con Yukiya.

—Yukiya... —dijo Annelise tomando una flor la cual le recordó la primera vez que la había llevado a ese lugar—. Nuestro campo no ha cambiado... incluso el altar hacia Gaiaxurys sigue aquí...

No siempre el malo es un lobo T2 [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora