Epílogo

341 41 12
                                    

—Yukiya, Yukiya —realmente está muy dormido, ni siquiera responde a mi voz, debe sentirse muy en paz, he decidido mejor dejarlo seguir durmiendo.

Tras haber vuelto de pasear por el bosque me pidió que viniéramos a esta colina donde se encuentra el árbol que tanto queremos, la brisa comenzó a soplar tan agradablemente que Yukiya termino por sentirse adormilado dejándose ir sobre mis piernas.

En la distancia puedo ver a los niños correr de aquí allá riendo y haciéndose bromas entre ellos—. ¿Se ha dormido? —me pregunta una voz a mi diestra, a lo que asentí.

—Caminamos mucho —respondí dándole unas suaves caricias a Yukiya en la cabeza, al estar transformado en lobo poder sentir su calidez también me está haciendo sentir algo de sueño—. ¿Qué tal el pueblo?

Erik se ha sentado a nuestro lado contemplando el valle—. Los huertos ya han dado sus primeros brotes y las casas se han reconstruido casi en su totalidad.

He embozado una sonrisa mirando a mi hijo Brais aproximarse junto a mi pequeño Iker quien ha contemplado a su padre dormir—. Es un milagro que para haber nacido antes de tiempo sea un niño completamente sano —comento Erik.

—Somos hijos del guardián del bosque —dijo Brais orgulloso—. La sangre del lobo corre por nuestras venas.

—¡Brais ven, vamos a patrullar! —exclamo Elías junto al resto de niños reunidos en la entrada del valle—. ¡Voy! —respondió diciéndose a su padre quien pese a los gritos siguió durmiendo—. Papá hoy nosotros cuidaremos del bosque así que no te preocupes, vamos Iker.

—Realmente son hijos de quien son.

2 años han transcurrido desde aquello, aquel tiempo en que creía haber vuelto a perder a Yukiya, donde los miedos fueron nuestro peor enemigo, quienes una vez nos hicieron daños volvieron, pero ahora como amigos y Yukiya estuvo por volver a herirse una vez más. Erik se ha levantado adoptando la forma de un imponente puma negro.

—Erik —lo llame haciendo que me mirara fijamente—. Gracias por lo de aquel día.

El embozo una sonrisa comenzando a alejarse velozmente, una vez encontré una postura cómoda mis ojos fueron cerrándose poco a poco mientras mi vente daba un salto hacia el día en que todas nuestras tenciones fueron disipadas.

—¡YUKIYA! —se escuchó el clamor de unas voces emergiendo desde entre unos arbustos. Los hombres que rodeaban a Yukiya al ver a Erik en su forma animal salieron huyendo despavoridos.

—Yo me ocupare de ellos, ustedes ocúpense de traer de vuelta a Yukiya —ordeno mientras daba cazada a quienes habían huido.

Annelise al estar frente a frente a Yukiya nuevamente la hacían sentir algo de miedo, no hallaba palabras ni sabía cómo reaccionar, Sisuca y Xavier velozmente lograron encontrar unas lianas que pudieron usar para atar a Yukiya por sus patas para impedirle atacar. Lentamente Brais y su madre fueron aproximándose a él hasta quedar totalmente junto suyo.

—Papá sé que estás ahí, vuelve con nosotros, no nos dejes.

—Yukiya vuelve te necesitamos.

Ambos comenzaron a hablar con gran sinceridad en sus voces, Yukiya debía sentir que ellos realmente deseaban tenerlo nuevamente a su lado.

—¿Creen que él los escucha? —inquirió aquella entidad hablando por medio de Yukiya—. Olvídenlo, él se halla sumido en un profundo sueño del cual dudo quiera despertar.

No siempre el malo es un lobo T2 [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora