Capítulo 7

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Últimamente Karol me ha estado hablando mucho sobre Leo y no para de verlo durante todo el día, hoy en la tarde iremos al Vol para festejar que la semana de exámenes se ha terminado al fin.

Llegué a mi casa y me quedé dormida en sofá, mi hermano me despertó con sus gritos, chequé mis notificaciones para ver si tenía algo nuevo y me di cuanta de que ya eran las 5:15pm. Me entré rápidamente a bañar y me puse unos jeans negros ajustados y una blusa guinda, tomé la primera cartera que encontré y salí a esperar el autobús.

Llegué 15 minutos tarde y Karol ya llevaba la mitad de su pastel; se había terminado el café y me había llamado unas siete veces, me sorprendía que no se hubiera ido ya, no era nada paciente.

Ella aún no me veía, estaba de espaldas con su celular en la mano bebiéndose el café.

-¿Qué hace una bella dama tan sola?- dije engrosando la voz y apretándole las costillas.

Dio un salto y cuando vio que era yo soltó una carcajada.

-Estúpida me asustaste, estuve así- dijo casi pegando sus dos dedos (👌🏼)- de aventarte el café en la cara.

Me senté frente a ella, pedí un capuchino y un cheese cake con zarzamora; Karol pidió otro café.

-¿Después de mi quién sigue?- pregunté.

-¿Cómo que quién? Me voy a mi casa.

-Mmm tu ropa dice lo contrario.

-Sobre eso quiero hablarte.

-¿Te lo robaste de la tienda?- dije riendo.

-Es en serio- dijo seria.

-Cuéntame ya.

-Hace unos días comencé a convivir más con Leo, y me he dado cuanta de que es una persona muy interesante y tiene lo que siempre he buscado- sacó una nota de su bolso y la puso sobre la mesa.

La nota decía:

"Qué linda te ves hoy, ¿Hacemos algo el sábado?"

-Leo lo dejó en mi lugar hace unos días, pero no te había querido decir porque sé que tú y él no se llevan muy bien, aunque a él le caes de maravilla, habla muy bien de ti. Nos mandamos mensajes todo el tiempo, es tan lindo.

-Sí, no me cae bien, pero yo respeto tus gustos y está bien mientras te haga feliz. Oye y tu ropa ¿qué tiene que ver con esto?

-Ah eso, es que de camino para acá pasé por su casa, y suele estar jugando tenis, a estas horas.

-¿Tenis? ¿En su casa?

-Es que a eso no se le puede llamar casa es una mansión- dijo fascinada.

-Y a todo esto ¿cómo sabes dónde vive? ¿lo espías?- dije contendiendo mi sorpresa.

-Así espiar espiar, no. Un día pasé por ahí y lo vi, después me contó que por las tardes cuando no tenía entrenamiento de básquet jugaba tenis con su padre, y desde entonces procuro pasar por allí.


♡♡

Mis padres se fueron el fin de semana ya que celebraban su aniversario de bodas, me dejaron cuidando a mi hermanos, Hanna se iba a quedar con mis primas y yo solo tenía que cuidar a Jesús. Era el cumpleaños de su mejor amigo y tenía toda la mañana insistiendo en que lo llevara.

Después de varias horas de berrinche, logró convencerme.

El salón estaba lleno de globos de colores y había una alberca llena de pelotas, tenía tantas ganas de entrarme, pero no me dejarían porque tenían límite de edad y el viejo cara de papa no se movía de ahí. También había varios brincolines de personajes de Disney y una gran mesa con golosinas.

Sueño contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora