Capítulo 27

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-Despierta dormilona- dijo Carlos en voz bajita abriendo la puerta de mi cuarto.

Me cubrí el rostro con la cobija, estaba muy cansada.

-Lya vamos ¡levántate!- ya estaba sentado al lado de mi y no dejaba de sacudirme.

-Déjame dormir- contesté quitándome la cobija de la cara.

-Vamos te preparé un chocolate caliente- dijo.

-¿Qué hora es?- dije asustada.

Thai, Karol, Kim, Gael, Leo y Carlos van a venir hoy a las 12 a ver los regalos.

-Las 12:30- dijo Carlos mirando su reloj.

-¡Que vergüenza! Los deje esperando- dije levantándome de la cama- solo me cambio y te veo abajo.

Me puse una blusa negra olgada y unos shorts de mezclilla claros. Me lavé la cara y me quité los residuos de maquillaje del día anterior, me até el cabello en una cola de caballo, me puse mis pantunflas de unicornio y bajé en seguida.

Los saludé a todos y fui directo a la cocina y ahí estaba una taza de chocolate caliente tal como me dijo Carlos y un pastelito de vainilla.

Estaba sola en la cocina cuando llego Daniel también a desayunar, se sentó frente a mí, solo me dio los buenos días y Carlos no tardó nada en aparecer junto a nosotros.

-Gracias por el desayuno, el pastelito está delicioso- le dije a Carlos con una sonrisa.

No contestó, solo me miró y sonrió, parecía que estaba molesto por algo, no quise preguntar.

Creí que Daniel haría un comentario sobre la broma que le hicieron ayer y el ridículo qué pasó después de que todos en la fiesta lo viéramos hecho un desastre, pero no dijo nada.

-¡Lya ya casi terminas de comer!- gritó Karol desde la sala- Queremos ver tus regalos.

-¡Mastica mas rápido!- grito Gael.

-¡Ya voy!- grité antes de comer la última cucharada. Fui rápido a lavarme dientes y me reuní con todos, Daniel nos observaba desde la barra a unos escasos metros.

-Empieza con el mío- dijo Thaimar acercando su regalo.

Era un álbum con todas nuestras fotos, en algunas había frases o pequeños textos de lo que hicimos ese día. En la última hoja había una carta que me había hecho, pero no la leí, quería hacerlo en privado. También había un labial de un color que me encantó.

-Muchas gracias- dije abrazándola.

-Ahora el mío- Karol estiró su mano dandome la bolsa.

Es una caja forrada con papel morado abierta de la parte de arriba, pero con un papel transparente que decía:

Rómpeme en caso de hambre

No lo rompí pero estaba lleno de chocolates, unas sabritas, paletas payaso y muchos dulces más.

-El de nosotros- dijo Gael.

-¿Nosotros?- preguntó Leo.

-Sí, Carlos y yo le tenemos un regalo- dijo entusiasmado.

Eran las fotos que nos había tomado juntos, en el carro, en el concierto, en la escuela y unas cuantas más dónde salíamos todos juntos. Al final de todas las fotografías había una pequeña nota con la letra de Gael:

Feliz cumpleaños, cuñada.

Y otra con la letra de Carlos:

Te amo solecito.

Sueño contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora